jueves, 13 de octubre de 2011
TINIKAMÓN SACA A TODAS SUS RANAS
Queridos amigos TINIKAMON el gran faraón astur está sacando a todas sus ranas a cantar en la gran charca de La Nueva Engaña.
Un dia tras otro oímos su croar interminable, cansino; una rana tras otra desfila entonando la letanía del eterno croac croac croac.
Las ranas jamandulas son una orquesta esperpéntica, una plaga a las órdenes del gran TINIKAMÓN director de orquesta del coro anfibio.
Si primero nos enfrentamos a las fuerzas paracaidistas de la UAM ahora debemos soportar una auténtica ofensiva anfibia de las fuerzas especiales Ranidae.
OGNI RANA SI CREDE UNA DAMA que traducido al español viene a ser "cada rana se cree una dama".
TINIKAMÓN ha sacado a sus damasranas a la palestra en un desesperado intento de aturdir auditivamente a la ciudadania asturiana para tapar las faraónicas obras con las que ha terminado por arruinarnos a todos.
La rana mas aplastada es aquella que mas recio grita.
Canta el grillo, canta la rana y aquella que no canta algo tiene en la garganta.
Hoy mismo asistimos a un singular concierto ránido en la charca del grupo catalán Moll
http://www.lne.es/asturias/2011/10/13/gobierno/1141917.html
Algunos quieren hacernos "llamber la Mollida" con la que pretenden "xuncinos" ya que nos toman por "güés" pero lejos de ello vamos a empitonarlos como hace el célebre toro ratón.
http://elcomentario.tv/escandalera/juanvega/maria-jesus-alvarez-la-probe-ye-un-poco-fata/13/10/2011/
María Jesús Álvarez: LA PROBE YE UN POCO FATA por Juan Vega
Suelen decir los jueces, cuando resuelven casos que tienen que ver con las reclamaciones civiles del derecho al honor, que los asuntos relacionados con la honrilla se valoran de acuerdo con el umbral que marca cada uno. El que marca este jueves la ex presidenta de la Junta General del Principado, María Jesús Álvarez, en el desvarío que le publica el editor eurodependiente, José Manuel Vaquero, en su libelo alimentado por la RTPA, La Nueva Engaña, es el que corresponde a una pobre mujer utilizada por el sinvegüenza de turno, para generar odio y enfrentamiento por la puñetera cara. ¡Ella, que nunca tiene nada interesante que decir! ¡Habrá que limpiarle la boca con jabón!
¡Triste Asturias! El honor de María Jesús Álvarez, el honor que como dispensadora de injurias gratuitas no va a poder reclamar sin incurrir en el más absoluto de los ridículos, está a la altura del barro, en el que ella misma chapotea con su torpeza dialéctica y su palmaria simpleza intelectual, de pobre diablesa venida a más, gracias a su aterrizaje en la plácida existencia del profesional de la política que nunca dio un palo al agua, y que para seguir remando, no tiene otro camino que el de la pura y dura faltosada. Eso sí: si lo hace es porque como a los perritos amaestrados, alguien le ríe las gracietas, cuando salta sobre las dos patitas, meneando el rabillo para agradar al jefe.
María Jesús Álvarez, es un lamentable ejemplo de la degradación a la que pueden llegar estos profesionales de la representación de los que no se conoce otra virtud que la de su adherencia al cargo público, más propia de moluscos univalvos que de seres humanos. De María Jesús nada sabemos, salvo que fue concejala en Pravia tras afiliarse al PSOE -antes de eso su biografía es un erial-, y que dedicó su existencia al dolce far niente, hasta que encontró este momio de la política concebida como el arte de servir a los intereses de la horda, para seguir viviendo sin clavarla, mientras la plebe se afana día a día en ganar la soldada con el sudor de su frente. María Jesús vive en su escaño como una llámpara pegada a la roca desde la que ve la vida pasar, filtrando las partículas nutricias que ingiere del nicho ecológico en el que sobrevive sin pena ni gloria.
De la nada absoluta, María Jesús, chica bien mandada, pasó a tener el espectacular despacho que hoy ocupa Fernando Goñi en el palacio de la calle Fruela, Volkswagen Phaeton incluido, jefa de prensa, jefa de gabinete, y todo tipo de atenciones y lujos hasta entonces tan sólo soñados, para la que fue reina por un día, día de ilusión, gracias al cargo que le cayó en la lotería politiquera, al frente de la Junta General. Pero la ilusión se acabó y nuestra buena María Jesús fue expulsada del paraíso, porque sus muebles comprados a los que todos sabemos, eran necesarios para alojar posaderas más útiles a la causa.
Patada en el culo y de diputado raso a calentar el escaño, haciendo méritos ante la superioridad a la búsqueda de un hueco que le devuelva el esplendor perdido. Nunca llovió que no parara, y María Jesús espera que algún día el Phaeton la recogerá nuevamente a la puerta de casa, y los policías y guardias civiles se cuadrarán otra vez ante su inane pulular por los protocolillos que tanto satisfacían su ego torturado por el vacío existencial.
Cuando comparecimos la Consejera de Fomento y un servidor ante la Comisión de Infraestructuras, me sorprendió el talante agresivo, desequilibrado y asombrosamente maleducado de esta mujer simple hasta la médula, que dedicó todo su tiempo a comportarse como una hooligan deslenguada en un partido del Manchester United; malencarada y abufonada, pegaba voces sin venir a cuento, gesticulaba y hacía bobaliconadas, dedicada a incomodarnos con sus exabruptos y groserías de chica maleducada, con un punto de macarrilla de coche de choque.
Respondió plenamente a la idea que tenía de ella, como una mujer tontorrona, poco agraciada y nada simpática, a la que el Señor no repartió sus dones con generosidad. Leo su columna en La Nueva España, en la que sin un sólo argumento político, se dedica a insultarnos de manera estúpida y simplona, tanto a la consejera de Fomento, como a mí mismo -me injuria llamándome “payaso”-, y no dejo de confirmar la peor de las impresiones: la probe ye fata perdida. La verdad que mal vamos con esta clase política tan ramplona.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario