martes, 11 de octubre de 2011
CORNELLANA, UN NUEVO CAPÍTULO DE LA ACCIÓN RESTAURADORA DEL GOBIERNO PATRIOTA Y MAS NIEMEYER
Fuente LNE
http://www.lne.es/sociedad-cultura/2011/10/11/obras-monasterio-cornellana-arrancaran-ano-anuncia-vallaure/1140987.html
Las obras del monasterio de Cornellana arrancarán este año, anuncia Vallaure
El consejero de Cultura comprueba sobre el terreno el estado de varios bienes patrimoniales e insta a la sociedad a implicarse en su salvación
Cornellana, M. S. MARQUÉS
El consejero de Cultura, Emilio Marcos Vallaure, anunció en Cornellana la inminente adjudicación de las obras del monasterio, una intervención que tras años de retraso puede ponerse en marcha antes de que acabe 2011. Así lo certificaron ayer tanto el consejero de Cultura como el director de Patrimonio, Juaco López, en el transcurso de una visita centrada en comprobar sobre el terreno la situación de algunos bienes patrimoniales, gira que los llevó, tras detenerse en Cornellana, a Salas y Tineo.
El presupuesto para las obras del monasterio de Cornella asciende a 5,8 millones de euros. De esa cifra, 3,5 millones corren a cuenta del Ministerio de Fomento (1% Cultural) y 2,3 serán costeados por el Principado. El plazo de ejecución es de 18 meses e incluye, además de la limpieza y adecuación de cubiertas y fachada de la iglesia, la rehabilitación del monasterio para instalación de un hotel y un centro documental vinculado al Camino de Santiago.
Marcos Vallaure comprobó «la riqueza decorativa del claustro» y el deterioro de las instalaciones, así como la necesidad de restauración de algunos retablos, entre ellos el donado por Alonso de Bello en el siglo XVII. A la visita asistieron también el alcalde de Salas, Sergio Hidalgo y la concejala de Urbanismo, María Ángeles Fernández.
La siguiente parada fue en la colegiata de Salas y el mausoleo de Valdés-Salas, afectado por humedades que lo están perjudicando. Para el Consejero, el mausoleo es «la única gran obra de arte cortesano auténticamente internacional que conserva Asturias». Es obra del escultor milanés Pompeo Leoni, quien trabajó al servicio de Felipe II y es autor de varios sepulcros reales de El Escorial. De buenas proporciones, el mausoleo fue muy visitado en las primeras décadas del siglo XX, cuando se acercaron a la localidad destacadas personalidades, entre ellas los duques de Alba.
Aunque no presenta un deterioro llamativo, Juaco López manifestó su preocupación por la reacción que está causando la humedad en el alabastro del que está hecho. Como medida de precaución anunció el encargo de un informe al Instituto de Patrimonio Cultural para establecer un diagnóstico.
Desde lo alto de la torre de Valdés-Salas, Emilio Marcos pudo comprobar la cubierta de la iglesia, ya necesitada de una limpieza para impedir la filtración de humedades. Aprovechando la presencia del Alcalde, consiguió de éste el compromiso de que será el Ayuntamiento el que se encargue del mantenimiento de fachadas y cubiertas.
Desde Salas la comitiva emprendió camino a Arganza, en Tineo. Allí la visita se centró en el palacio de Arganza, una construcción del siglo XVII en estado ruinoso que el escritor Inaciu Llope adquirió recientemente y que está en proceso de rehabilitación. A su lado se encuentra una pequeña capilla envuelta en maleza, propiedad de la Iglesia, que conserva la tumba con escultura e inscripción datada en 1617. En las pocas paredes que quedan en pie asoman bajo el estuco pinturas que podrían ser también del XVII.
El Consejero, tras alabar la iniciativa privada para recuperar el patrimonio, habló de la necesidad de habilitar actuaciones que pueden ir «desde el reconocimiento a los particulares a exenciones fiscales» como contrapartida a las iniciativas privadas en favor del patrimonio. «La sociedad civil tiene que concienciarse de lo que tiene y eso hay que impulsarlo desde una acción de gobierno». Marcos Vallaure está convencido de «la necesidad de un gran acuerdo sobre el patrimonio asturiano».
Los monasterios de Obona y Bárcena para sopesar posibles usos y actuaciones de mantenimiento pusieron punto final a una gira que sirvió al consejero de Cultura para reafirmarse en sus posiciones. «Lo que vimos hoy es la desolación propia de un país que no tiene las ideas claras sobre lo que constituyó su historia». Después de lamentar la «falta de una política coherente y ordenada en materia de patrimonio», mostró su incredulidad de que no se saque partido de algunos bienes abandonados a su suerte. «No se entiende que el monasterio de Cornellana, con las posibilidades y la situación que tiene, no se vea como un activo». Insistió en la necesidad de buscar una fórmula para estimular que la sociedad civil «dé un paso adelante» sin por eso olvidarse de que «la cultura tiene que seguir evolucionando» y de que «el Niemeyer será patrimonio algún día». Pero en época de vacas flacas ve urgente «ordenar las nuevas inversiones».
A continuación un clarividente artículo del gran "Blogsfero" respecto al tema Niemeyer.
http://elcomentario.tv/escandalera/blogsfero/%c2%bfpara-que-quieren-tini-y-natalio-que-les-cedan-el-niemeyer-por-cincuenta-anos/09/10/2011/
¿PARA QUÉ QUIEREN TINI Y NATALIO QUE LES CEDAN EL NIEMEYER POR CINCUENTA AÑOS?
por Blogsfero
La pregunta es obvia, y sin embargo nadie se la formula. Natalio Grueso, que es quien se las arregló para nombrar a Vicente Álvarez Areces patrono de honor del edificio del llamado Centro Niemeyer, que intentó ser un Museo de los Premios Príncipe de Asturias, no para de repetir que necesita la cesión del edificio por 50 años. Veánlo en El País de este domingo:
La actual dirección pretende por su parte la cesión de uso del equipamiento “durante 50 años, como se acordó en patronato”, para continuar con una “programación de carácter internacional, lejos del espíritu de casa cultural”, según Natalio Grueso, director general de la fundación Niemeyer y alma del proyecto. “¿Qué quieren hacer con esto?”, se preguntaba esta semana mientras señalaba la cúpula de indudable poder icónico (¡hasta las reposterías la han convertido en mantecado!). “¿Llenarla de sidra y madreñas? ¿Poner un Carrefour?”.
El edificio del Niemeyer, construído como un cascarón de plástico colocado sobre un solar que oculta de momento en el subsuelo un enorme aparcamiento de las vistas del público, fue construido por la empresa pública Sedes, a la que se adjudicó la obra en 25,9 millones de euros, aportados íntegramente por los ciudadanos de los presupuestos generales del Principado de Asturias. Una vez inaugurado, el pasado 1 de abril, el centro inició su actividad, e inmediatamente se inició una frenética maquinación para convertirse en una fundación privada que obtuviese la cesión del edificio, antes de las últimas elecciones autonómicas, cosa que no logró, aunque sí se transformó en fundación privada una vez celebradas éstas.
¿Para qué necesita la fundación Niemeyer la cesión del centro? Nada impide que esa fundación organice allí sus actividades, si éstas se organizan con respeto a los procedimientos lógicos en la gestión de los fondos públicos, siempre que disponga de estos fondos. La cesión del edificio nada tiene que ver con la organización de los espectáculos. Los artistas cobran dinero, y no preguntan de quién es el edificio en el que desarrollan sus habilidades. Estamos ante otro asunto, nada baladí, que se oculta con las eternas artes de trilería del incomparable Areces, en este caso hablando de “kultura” de talonario.
La operación inmobiliaria que allí se inició con la creación de la sociedad Isla de la Innovación el 10 de diciembre del año 2008, comenzó mucho antes de que estos hechos de los que hablamos tuviesen lugar, con la participación del Principado de Asturias, la sociedad estatal Infoinvest, el Ayuntamiento de Avilés y la Autoridad Portuaria avilesina como socios, con la pretensión de gestionar y desarrollar el Plan General de Ordenación conocido como “Nueva Centralidad”. El propio Natalio Grueso obtuvo algún llamativo contrato para hacer propaganda de la operación, financiada por el Ayuntamiento de Avilés.
Los gestores de este proyecto acordaron que la construcción del Niemeyer sería el primer paso del “master plan” del futuro desarrollo urbanístico, que tendría un importante reflejo en la construcción de todo un nuevo barrio dotado con miles de viviendas en un área de 575.000 metros. Entre los acuerdos que se adoptaron en el año 2008, se decidió que los impulsores de la iniciativa participarían en una sociedad que ejecutaría urbanísticamente el ámbito a desarrollar, mediante aportaciones económicas y en especie. Salta a la vista que si el Principado puso en esa operación su aportación para el Niemeyer, con el gran aparcamiento que oculta bajo su superficie, si esas instalaciones se ceden a una fundación privada, los derechos de la administración pública, habrían sido transferidos a una entidad privada.
No se trata de privatizar una programación cultural, sino de privatizar una operación inmobiliaria financiada con fondos públicos, para dejarla en manos de quien fue apartado de su control en unas elecciones, que pretende mantenerlo después.
Esta operación recuerda muchísimo el modelo seguido en Oviedo con el Calatrava, donde el Ayuntamiento de Oviedo puso los terrenos públicos -el antiguo estadio Carlos Tartiere-, el Principado el dinero público con la adquisición de oficinas a través de Sedes, y los privados se quedaron con la cesión del patrimonio público durante cincuenta años. Todo ello a dedo. El entonces gerente de Sedes, Santiago Caicoya, que compró las oficinas del Calatrava, fue nombrado después gerente de la Isla de la Innovación, mientras Sedes construyó el Niemeyer.
¡Sigan ustedes hablando de “kultura”, que los demás tendremos que echar mano a la cartera!
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