En la imagen calavera con restos del clavo con la que fue sujetada como trofeo en época protohistórica Península Ibérica.
Antes de la llegada de los pueblos de la Estepa del este de Europa, los linajes en la Península estaban representados por los descendientes del Paleolítico con origen en el refugio francocantábrico, (recolectores cazadores) que no conocían la agricultura y por lo tanto su densidad poblacional era baja. Su haplogrupo vía masculina era el C (C-V20 hombre de la Braña, León). Esta casta se originó en el subcontinente indio hace unos 48.000 años dispersándose hacia Europa, Asia Occidental, Oceanía, etc. En el refugio francocantábrico logró sobrevivir durante la crisis climática glacial que le sirvió como trampolín para volver a expandirse tras la retirada del hielo en diferentes direcciones europeas.
Como consecuencia de la invasión esteparia en Europa se le considera relicto (estamos hablando en este artículo de la descendencia vía masculina haplogrupos Y).
Asi pues en Europa está prácticamente extinguido conservándose sobre todo en el sur de Europa con frecuencias muy bajas. Por el contrario el linaje ha tenido mas suerte en zonas aisladas siendo importante en Oceanía entre los aborígenes australianos y también entre los polinesios.
C-V20 en Europa se caracterizaba al igual que los aborígenes australianos por una piel muy oscura y ojos claros.
Haplogrupo I sobre el origen de este grupo existe una discusión no resuelta. Para algunos especialistas se originó en Asia Menor, Anatolia, actual Turquía al haberse encontrado allí la mayor diversidad I1,I2, I2a etc pero para otros su origen estaría en los Balcanes/Costa del Mar Negro y que sería un refugio glacial similar al francocantábrico.
En Europa alcanza una representatividad mayor que la otra casta de recolectores cazadores CV20 de la cual como ya dijimos apenas queda una descendencia relicta y así en el norte de Europa en la Península escandinava alcanza unas frecuencias del 40% en Noruega, Suecia y en los Balcanes sobrepasa el 50% en Bosnia Herzegovina, en Serbia el 50% y en Cerdeña el 42%. Lo mas significativo es su frecuencia en la Península Escandinava y en Cerdeña donde habría sobrevivido aislado. Su alta incidencia en los Balcanes pudiera ser como algunos sostienen en que este fuera su verdadero origen y no Anatolia pero también es posible que fuera fruto de una supervivencia en la zona montañosa de los Balcanes y que luego fuera reforzado en el marco del Imperio Otomano por poblaciones de este mismo haplogrupo radicadas en Anatolia, Irán, etc. En cualquier caso y por lo que respecta al tema que nos ocupa cual es la Península Ibérica ha sobrevivido en un rango en torno al 9% repartido por toda la Península. Al igual que la otra casta Paleolítica CV-20 era negroide.
Con la llegada del neolítico ingresan a la Península a través del Mediterráneo y también a través vía terreste (Anatolia, Balcanes) ,por la orilla mediterránea norte, una serie de poblaciones de tipología mediterránea con origen en el Medio Oriente y el Cáucaso incluso zonas mas alejadas.
Veamos sus haplogrupos: G originario de la zona de Oriente Medio, se mantiene en el Cáucaso con una alta incidencia, como dijimos tuvo un rol importante en la expansión agrícola del Neolítico.
La descendencia de estre grupo en la Península Ibérica vía masculina fue severamente eliminada por los esteparios R1b. sin embargo probablemente porque sus efectivos eran mayores que los recolectores cazadores del Paleolítico (C-V20) parecen haber sobrevivido en mayor medida en las montañas del norte peninsular alcanzando una frecuencia del 9% en Cantabria, 7% en León y 5% en Asturias. Su máxima representación está en Castilla la Mancha con un 10% probablemente en relación a la repoblación montañesa del territorio en la época de la Reconquista.
Haplogrupo E originario de África Oriental, fue otro grupo prácticamente exterminado vía masculina por los esteparios. El rango de los supervivientes en la Península no debió variar mucho del que se encuentra en otras partes de Europa actualmente: Francia 3%, Irlanda2%, Gales y Escocia 5% sin embargo fue reintroducido en el marco de la invasión norteafricana del siglo VIII donde era mayoritario entre los bereberes, todavía a dia de hoy en torno a un 90% entre estas poblaciones norteafricanas. Llegó a ser en la mitad sur de la península durante la época de Al Andalus el 50% de los linajes masculinos antes de la "limpieza étnica" deportación de moriscos, matanzas, etc. Sin embargo en relación a los primeros invasores del siglo VIII acantonados en Galicia y León y que fueron asimilados por la rápida reconquista del reino asturiano representan a dia de hoy en torno a un 15% de los linajes masculinos del oeste peninsular: Galicia, norte de Portugal, León, Asturias, Extremadura, oeste de Andalucía. Es posible que estos primeros conquistadores bereberes del siglo VIII que fueron asimilados en la Alta Edad Media por el reino asturiano y que estaban acantonados en la zona de Astorga, norte de Portugal y Galicia hayan irradiado hacia el suroeste peninsular con la expansión reconquistadora y también hacia el norte sobre todo entre los Pasiegos 40% perto también Asturias. En el caso de Valencia 10% es posible supervivencia morisca mas moderna en base a la defensa que hicieron de ellos algunos nobles por el mantenimiento de las estructuras agrarias.
En cualquier caso al igual que en Europa y antes de la reintroducción en el siglo VIII en el marco de la conquista del 711 este haplogrupo había sido prácticamente exterminado en su descendencia masculina hasta un 5% o menos por parte de los invasores del este de Europa, Yamna.
Por último la tercera oleada de los pueblos del este de Europa procedentes de la Estepa Póntica en lo que hoy es Rusia y Ucrania portaban los haplogrupos R1b y R1a tipicos de los indoarios indoeuropeos.
Esta casta guerrera desplazara de forma abrupta y decisiva la descendencia masculina de los anteriores linajes enunciados del Paleolítico y del Neolítico.
R1b es mayoritario en Europa Occidental y R1a en Europa Oriental; en la Península R1b alcanza la mayor dominancia a partir de los pasos pirenaicos por donde entraron; 87% País Vasco,81% Cataluña. En cualquier caso en todas las regiones de España aún hoy alcanzan en el menor de los casos el 50% de representatividad que es la cifra menor que se encuentra en el Principado de Asturias.
R1a es extremadamente minoritario en la Península aún así alcanza el 7% en León y un 4% en Cantabria pero lo mas probable es que esta descendencia esté en relación mas que en una entrada en tiempos protohistóricos junto a R1b en una influencia gótica altomedieval de los godos que se habían formado -su etnogénesis- independientemente de su primitivo origen escandinavo en la zona de la actual Rumania y Ucrania antes de su migración al oeste. Es posible que este remanante góticoeslavo que se observa en Cantabria y en León tenga que ver con el refugio de las élites visigodas en el marco de la invasión del 711.
El pueblo Ario, indoeuropeo, Yamna, Yamnaya, Kurgan, como de diferentes modos se le llama, tenía una tipología física que al contrario de lo que algunos piensan en nada se parecía al nórdico. Esto se trata de una intoxicación del ideario supremacista anglosajón que aún pulula en diversos foros sin base científica alguna. Los indoeuropeos tenían mayoritariamente los ojos marrones, un cabello oscuro y la piel algo mas oscura que el europeo moderno promedio y poseían una elevada estatura.
Finalmente abordaremos la complicada cuestión de la sustitución de los linajes preesteparios en la Península Ibérica
Esta cuestión ha originado una amplia controversia al intentar proyectar las sociedades actuales o mas bien el ideario de las sociedades actuales al pasado, pero en este artículo nos ceñimos a intentar descifrar no lo que hubiéramos deseado que pasara sino lo que tuvo mas posibilidades de pasar.
En primer lugar hay que tener en cuenta que a pesar de la colonización neolítica y aunque esta había aumentado la demografia de las bandas recolectoras cazadoras del paleolítico las cifras de la población en la Península no dejaban de ser exiguas.
Veamos los siguientes datos. Las estimaciones poblacionales para la Hispania romana se evaluan en torno 3 millones de personas. Es probable que a la entrada de los invasores del este en toda la Península no hubiera mas de 100.000 a 200.000 personas esto es un rango de 50.000 a 100.000 varones que vivirían desperdigados en pequeñas comunidades agrícolas.
Es probable que unos pocos centenares de jinetes a caballo bien armados atravesaran los pasos pirenaicos en sucesivas oleadas para encontrarse un amplísimo territorio con solo 100.000 a 200.000 personas diseminadas en pequeñas comunidades campesinas que contarían para su hipotética defensa con unas decenas de hombres de promedio por asentamiento sin capacidad militar alguna.
Sus posibilidades de resistencia evidentemente eran nulas y su mejor opcion sería, en el caso de los varones si querían sobrevivir, retirarse a las zonas montañosas mas inaccesibles o a los bosques mas profundos donde morirían de inanición. Lo mas probable es que fueran tomados por sorpresa y aniquilados por unos invasores que hacían de la guerra, la expansión y el pillaje su forma de vivir forzando luego a las mujeres y siguiendo su cruel itinerario.
Hemos de descartar la esclavitud que no practicaban los esteparios pues no era la base de su economía.
La erradicación de los varones en acciones violentas y no la esclavitud es la causa real de la eliminación de los linajes masculinos anteriores.
Algunas personas que hemos de englobar en "la estupidez buenista" han argumentado que los invasores indoarios habían traido enfermedades como los españoles a América y eso explicaría la eliminación de los linajes masculinos pre esteparios. A estos habría que preguntarles si solo enfermaban los hombres y por el contrario las mujeres eran inmunes.
Las bandas guerreras indoeuropeas a caballo sembrando el terror y violando a su paso en un proceso de 500 años, en itinerarios a sangre y fuego, fueron eliminando los linajes masculinos anteriores.
En un momento dado estas bandas guerreras se sedentarizaran al norte de los Pirineos y dejaran de afluir a la Península, los contigentes invasores ya instalados en la Península en sus recorridos mortales y aleatorios también pudieron sedentarizarse en una evolución paralela al resto de Europa o bien al no recibir nuevos aportes acabar por consumirse con la edad aunque su descendencia ya era abrumadoramente mayoritaria en la Península Ibérica. Lo mas probable es la primera opción, una evolución sedentizadora pues no se observa solo una carga genética en un marco cultural indígena sino la adopción por parte de los futuros pueblos prerromanos hispanos de un ideario religioso y guerrero propio de estas gentes.
Posteriormente hubo nuevos aportes ultrapirenaicos pero para entonces las sociedades prerromanas peninsulares tenían la capacidad de autodefensa y ya se habían conformado como entidades tribales emparentadas con el resto del mundo indoeuropeo.
Los pueblos preesteparios, sus linajes masculinos, fueron casi extinguidos, quedando como hemos visto en el marco de la residualidad genética pero permanecen entre nosotros vía mitrocondial femenina.