Provinz: Aemilia / Regio VIII Ort: Rimini / AriminumM(arco) Vettio M(arci) f(ilio) Ani(ensis) / Valenti / mil(iti) coh(ortis) VIII pr(aetoriae) benef(iciario) praef(ecti) pr(aetorio) / donis donato bello Britan(nico) / torquibus armillis phaleris / evoc(ato) Aug(usti) corona aurea donat(o) / (centurioni) coh(ortis) VI vig(ilium) (centurioni) stat(orum) (centurioni) coh(ortis) XVI urb(anae) (centurioni) coh(ortis) / II pr(aetoriae) exercitatori equit(um) speculatorum princip(i) / praetori(i) leg(ionis) XIII Gem(inae) ex trec(enario) [p(rimo) p(ilo)] leg(ionis) VI / Victr(icis) donis donato ob res prosper(e) / gest(as) contra Astures torq(uibus) phaler(is) arm(illis) / trib(uno) coh(ortis) V vig(ilum) trib(uno) coh(ortis) XII urb(anae) trib(uno) coh(ortis) / III pr(aetoriae) [tr(ibuno)] leg(ionis) XIIII Gem(inae) Mart(iae) Vic(tricis) / proc(uratori) Imp(eratoris) [[[Neronis]]] Caes(aris) Aug(usti) prov(inciae) Lusitan(iae) / patron(o) coloniae speculator(es) X h(onoris) c(ausa) / C(aio) Luccio Telesino C(aio) Suetonio Paulino co(n)s(ulibus)
En la década de los años 50 (55 o 60 d.c.) la legión VI Victrix tomó parte en la represión de la revuelta astur en la que se distinguió el primipilo Marco Vettio Valenti,(CIL 395 = ILS 2648) entre cuyos méritos de guerra figura sus éxitos como centurión trecenarius de dicha legión en la lucha contra los astures.
En la década de los años 50 (55 o 60 d.c.) la legión VI Victrix tomó parte en la represión de la revuelta astur en la que se distinguió el primipilo Marco Vettio Valenti,(CIL 395 = ILS 2648) entre cuyos méritos de guerra figura sus éxitos como centurión trecenarius de dicha legión en la lucha contra los astures.
De forma interesada la revuelta astur en época del emperador Nerón ha sido puesta en relación con las explotaciones auríferas asi como la masiva presencia del ejército romano en el noroeste hispano hasta época bien tardía. Sin embargo como veremos esta cuestión no está tan clara.
G(aio) Sulpic(io) Vrsulo; / praef(ecto) Symmachi / ariorum Asturum / belli Dacici, (centurioni) leg(ionis) / I Minerviae P(iae) F(idelis). / (centurioni) coh(ortis) XII urba / nae, (centurioni) coh(ortis) IIII / praetoriae, p(rimo) p(ilo) / leg(ionis) XIIX (sic) , praef(ecto) / leg(ionis) III Aug(ustae) ; G(aius) Sulp(icius) Af(ricanus) pos(vit).
Gaio Sulpicio Úrsulo, que, según los historiadores, no sólo residió en Ujo sino que podría haber nacido en la localidad, alcanzó gloria militar como general de los Symmachiarii Asturum en la guerra dácica, al servicio del emperador Trajano (98-117). A lo largo de su larga carrera formó parte de la cohorte pretoriana, la guardia imperial, y de la Legio IV Augusta, que estuvo destinada en África. Su hijo, ya romanizado, dedicó una lápida votiva a Ninmedo Seddiago, el dios astur que adoraba su padre.Los Symmachiarii eran tropas irregulares integradas por elementos NO ROMANOS que peleaban con sus propias armas y tácticas bajo el mando de un oficial del imperio.
Patrick Le Roux http://revistas.ucm.es/ghi/02130181/articulos/GERI8585110283A.PDF en Provincialisation et recrutement militaire dans el N.O hispanique au Haut Empire Romani escribe lo siguiente:
"Les Symmachiarii se distinguaient-ils des nationes par l´honneur d´une distinction pour fait de guerre? Quoi qu`il en soit, le problème du statut politique de ces Astures et de son originalité se pose. Ces Symmachiarii apparaissent en effet comme un jalon essentiel à la compréhension de l´organisation de l`Asturie entre Néron et Trajan."
"Il serait normal, en ce cas, de penser que les Symmachiarii Astures correspondaient au peuple et non à l`entité romaine beaucoup plus vaste des Astures, on comprend mieux qu' il puisse s' agir de foederati. En outre, l´existance de ce foedus qui prévoyait sans doute les modalités des contributions en argent et en hommes destinées aux Romains peut éclairer l' agitation des Astures sous Néron et la charge de praefectus Asturiae, sans doute sous Vespasien. La situation de ces féderés n' était vraisemblablement pas comparable à celle des cités gauloises féderées comme les Eduens, les Rèmes, les Lingons ou les Carnutes; ce statut de NATIO INTERNA remontait sans doute au règne d´ Auguste et soulignait la défaite militaire d' une population qui avait longtemps résisté aux côtes des Cantabres."
Es en este momento cuando debemos centrarnos en el famoso aes Bergidense; un documento singular estudiado entre otros por los especialistas Martín y Gómez Pantoja
http://dialnet.unirioja.es/servlet/busquedadoc?db=1&t=aes+bergidense&td=todo
"En el caso de Paemeiobriga no resulta difícil imaginar la utilidad que para Roma tuvieron sus habitantes privilegiados por el emperador en el contexto de los años posteriores a las guerras cántabras: ¿quiénes mejor que ellos conocían el territorio y sus gentes? ello serviría para ganar otros amigos y machacara a los irreductibles. A esto hay que añadir que con el otorgamiento imperial sin duda ganarían predicamento sobre sus vecinos y una importante salvaguardia frente a la indiferencia o los desmanes de los representantes romanos en la zona . Por ello, quizás no debamos centrarnos en discutir que dispone el aes Bergidense sino tratar de averiguar porqué, en un momento de disensión generalizada, los de Pameiobriga siguieron permanentes in officio, Importaba que lo fueran en adelante.
Siguiendo a Angel Morillo Cerdán en su estudio sobre los campamentos romanos Augusteos y Julio Claudios en el norte de España nos encontramos con lo siguiente: "
"El final de la guerra y la subsiguiente partida de la mayor parte de las tropas hacia las fronteras septentrionales del Imperio inaugura claramente una etapa nueva en la relación entre el ejército romano y la Península. Es a partir de este momento cuando se fijan las bases de una política militar de ocupación territorial a largo plazo, de mucha mayor trascendencia para la implantación romana en la región septentrional de la Península (Morillo, 1996: 80). La base de dicha actuación es la configuración de un exercitus hispanicus adscrito a la provincia Tarraconense, compuesto mayoritariamente por tres legiones seleccionadas entre las que habían participado en la guerra: la IIII Macedonica, la VI victrix y la X gemina.
De la permanencia de estas tres unidades como única guarnición estable en la Península queda constancia en un conocido pasaje de Estrabón, que menciona un legado al mando de dos legiones en el área astur, y un segundo legado con una única legión asentada en territorio cántabro. Aunque Estrabón no nos informa sobre la identidad de cada una de las legiones, los testimonios arqueológicos no dejan lugar a dudas respecto a la presencia de las legiones VI victrix y X gemina entre los astures, mientras la IV Macedonica se asentó en el límite meridional de Cantabria. El principal problema del texto de Estrabón es cuándo se hace efectiva esta reorganización de tropas, puesto que, aunque el mencionado pasaje alude claramente a los inicios del reinado de Tiberio, en otro lugar el autor señala que la idea original de esta distribución partió de Augusto. De cualquier manera persiste la duda sobre el momento en que se puso en práctica esta redistribución de efectivos, que tal vez se remonta a los años siguientes al final de la guerra o, por el contrario, corresponde a un momento tardoaugusteo o tiberiano. Por nuestra parte, siguiendo a la mayoría de los investigadores (Syme, 1970: 104-105; Roldán, 1974: 183: Le Roux, 1982: 98), nos inclinamos por la primera de estas hipótesis.
Durante esta fase posterior a la guerra, que se prolonga a grandes rasgos a lo largo de todo el periodo julio-claudio, se incrementan progresivamente los testimonios arqueológicos y epigráficos relativos a la actuación y la presencia del ejército romano en la Península. Es a partir de este momento cuando se crean una serie de bases estables para las tropas destacadas en el norte de la Península, auténticos centros de ocupación y transformación del territorio circundante. Los establecimientos militares de Herrera de Pisuerga, Astorga y León son los primeros campamentos legionarios augusteos permanentes constatados arqueológicamente. Los tres ocupan emplazamientos geográficos y topográficos cuidadosamente elegidos, en situaciones estratégicas en relación con las vías naturales de comunicación que enlazan el reborde noroccidental de la Meseta con las regiones costeras de Galicia y la Cornisa Cantábrica y configurando un cordón protector al sur de la Cordillera Cantábrica (Pérez González-Illarregui, 1992: 5-6), que hemos denominado limes sin frontera y que prefigura el esquema aplicado en las fronteras septentrionales del Imperio algunos años más tarde (Morillo, 1996: 81). El despliegue del ejército hispánico a lo largo de la vertiente meridional de la Cordillera Cantábrica y al este de los Montes de León se va a mantener hasta el final de la época julio-claudia y, con unas dimensiones mucho menores, a lo largo de todo el Imperio
Hoy en día, sin negar en ningún momento la continuidad básica en los planteamientos y objetivos iniciales de estrategia militar iniciada por Augusto tras las Guerras Cántabras, contamos con evidencias arqueológicas suficientes como para señalar ciertos reajustes y modificaciones de la misma en un momento indeterminado comprendido entre los años finales del reinado de Augusto y los primeros de Tiberio, esto es, entre el 10-20 d. C. Dichas transformaciones pueden tal vez enmarcarse dentro del nuevo ambiente político causado en Roma por la derrota en Germania de Q. Varo en el 9 d. C, que supone una redefinición de la estrategia militar y la estabilización de las tropas a lo largo de la frontera renano-danubiana. Sin embargo, nos inclinamos más bien por una lectura del fenómeno en clave principalmente interna. El desarrollo paulatino del proceso de implantación romana en la región septentrional de la Península, impulsado principalmente por el propio ejército, posibilita una mejor adecuación táctica a las nuevas necesidades y objetivos que se van perfilando (Morillo, 1998a: e. p.). La más trascendental de estas novedades es el inicio de las explotaciones auríferas sistemáticas en el área astur occidental (Domergue-Sillières, 1977: 83; Sánchez-Palencia, 1986: 229), en las que el ejército debió desempeñar un papel trascendental, no sólo en aspectos estrictamente mineros, sino también en la adecuación de la red viaria y en el transporte del mineral hacia Roma."
En mi opinión no debe verse esta cuestión en clave interna sino como dice al principio el autor mas bien en relación al suceso de Varo en Germania y la situación de inestabilidad en la zona cántabroastur
Todos los estudiosos del tema reconocen que en el siglo IV d.c. se produjo un repliegue romano de la zona Cantábrica y aunque hay serias dudas acerca del controvertido limes del Duero lo cierto es que la Notitia Dignitatum es un documento real.
En la provincia Gallaecia se encontraban estas tropas:
‑ En León, la legión VII mandada por un prefecto (Proefectus legionis septimae geminae. Legione).
‑ En Poetavonium, cerca de Rosinos de Vidriales, en la provincia de Zamora, la cohorte segunda flavia pacatiana a las órdenes de un tribuno (Tribunus cohortis secundae Flaviae Pcicationae).
‑ En un lugar no precisado de la Gallaecia, la cohorte segunda gálica y su tribuno (Tribunus cohortis secundae Gallicae. Ad cohortem Gallicam).
‑ En Lugo, la cohorte lucense y su tribuno (Tribunus cohortis Lucensis. Luco).
‑ Primero en Brigantium, La Coruña, y ahora en Iuliobriga, cerca de Reinosa, Santander, la cohorte celtíbera bajo las
órdenes de un tribuno (Tribunus cohortís Celtiberae, Brigantiae, nunc Iuliobriga).
Y en la provincia Tarraconense:
‑ En Veleia, en el ahora despoblado de Iruña, no lejos de Vitoria, la cohorte primera gálica mandada por un tribuno (Tribunus cohortis primae Gallicae. Veleia).
También sería interesante que nos explicasen para que se querían en León a finales del siglo III D.C. tropas procedentes del norte de Europa; en el artículo se habla de inestabilidad a finales del siglo III y de fuertes paralelismos con las fortificaciones de los límes británicos, del Rhin y del Danubio.
http://www.diariodeleon.com/noticias/noticia.asp?pkid=440632
Mánica o protector de brazo encontrado en los almacenes de la Legio VII en la cara interna de la muralla bajoimperial de León. Este tipo de armadura se utilizó en las fronteras septentrionales del Imperio Romano y el hallazgo es único en la Península Ibérica; con el hallazgo se corrobora el traslado de elementos militares del frente nororiental del Imperio a la llanura leonesa.
http://www.diariodeleon.com/noticias/noticia.asp?pkid=440629
Fortificación militar romana instalada en el siglo I d.c. en los Oscos-San Isidro.
Piedras fincadas o caballos de frisa para dificultar el paso a las grandes formaciones de caballería; también en los Oscos, occidente asturiano
G(aio) Sulpic(io) Vrsulo; / praef(ecto) Symmachi / ariorum Asturum / belli Dacici, (centurioni) leg(ionis) / I Minerviae P(iae) F(idelis). / (centurioni) coh(ortis) XII urba / nae, (centurioni) coh(ortis) IIII / praetoriae, p(rimo) p(ilo) / leg(ionis) XIIX (sic) , praef(ecto) / leg(ionis) III Aug(ustae) ; G(aius) Sulp(icius) Af(ricanus) pos(vit).
Gaio Sulpicio Úrsulo, que, según los historiadores, no sólo residió en Ujo sino que podría haber nacido en la localidad, alcanzó gloria militar como general de los Symmachiarii Asturum en la guerra dácica, al servicio del emperador Trajano (98-117). A lo largo de su larga carrera formó parte de la cohorte pretoriana, la guardia imperial, y de la Legio IV Augusta, que estuvo destinada en África. Su hijo, ya romanizado, dedicó una lápida votiva a Ninmedo Seddiago, el dios astur que adoraba su padre.Los Symmachiarii eran tropas irregulares integradas por elementos NO ROMANOS que peleaban con sus propias armas y tácticas bajo el mando de un oficial del imperio.
Patrick Le Roux http://revistas.ucm.es/ghi/02130181/articulos/GERI8585110283A.PDF en Provincialisation et recrutement militaire dans el N.O hispanique au Haut Empire Romani escribe lo siguiente:
"Les Symmachiarii se distinguaient-ils des nationes par l´honneur d´une distinction pour fait de guerre? Quoi qu`il en soit, le problème du statut politique de ces Astures et de son originalité se pose. Ces Symmachiarii apparaissent en effet comme un jalon essentiel à la compréhension de l´organisation de l`Asturie entre Néron et Trajan."
"Il serait normal, en ce cas, de penser que les Symmachiarii Astures correspondaient au peuple et non à l`entité romaine beaucoup plus vaste des Astures, on comprend mieux qu' il puisse s' agir de foederati. En outre, l´existance de ce foedus qui prévoyait sans doute les modalités des contributions en argent et en hommes destinées aux Romains peut éclairer l' agitation des Astures sous Néron et la charge de praefectus Asturiae, sans doute sous Vespasien. La situation de ces féderés n' était vraisemblablement pas comparable à celle des cités gauloises féderées comme les Eduens, les Rèmes, les Lingons ou les Carnutes; ce statut de NATIO INTERNA remontait sans doute au règne d´ Auguste et soulignait la défaite militaire d' une population qui avait longtemps résisté aux côtes des Cantabres."
Es en este momento cuando debemos centrarnos en el famoso aes Bergidense; un documento singular estudiado entre otros por los especialistas Martín y Gómez Pantoja
http://dialnet.unirioja.es/servlet/busquedadoc?db=1&t=aes+bergidense&td=todo
"En el caso de Paemeiobriga no resulta difícil imaginar la utilidad que para Roma tuvieron sus habitantes privilegiados por el emperador en el contexto de los años posteriores a las guerras cántabras: ¿quiénes mejor que ellos conocían el territorio y sus gentes? ello serviría para ganar otros amigos y machacara a los irreductibles. A esto hay que añadir que con el otorgamiento imperial sin duda ganarían predicamento sobre sus vecinos y una importante salvaguardia frente a la indiferencia o los desmanes de los representantes romanos en la zona . Por ello, quizás no debamos centrarnos en discutir que dispone el aes Bergidense sino tratar de averiguar porqué, en un momento de disensión generalizada, los de Pameiobriga siguieron permanentes in officio, Importaba que lo fueran en adelante.
Siguiendo a Angel Morillo Cerdán en su estudio sobre los campamentos romanos Augusteos y Julio Claudios en el norte de España nos encontramos con lo siguiente: "
"El final de la guerra y la subsiguiente partida de la mayor parte de las tropas hacia las fronteras septentrionales del Imperio inaugura claramente una etapa nueva en la relación entre el ejército romano y la Península. Es a partir de este momento cuando se fijan las bases de una política militar de ocupación territorial a largo plazo, de mucha mayor trascendencia para la implantación romana en la región septentrional de la Península (Morillo, 1996: 80). La base de dicha actuación es la configuración de un exercitus hispanicus adscrito a la provincia Tarraconense, compuesto mayoritariamente por tres legiones seleccionadas entre las que habían participado en la guerra: la IIII Macedonica, la VI victrix y la X gemina.
De la permanencia de estas tres unidades como única guarnición estable en la Península queda constancia en un conocido pasaje de Estrabón, que menciona un legado al mando de dos legiones en el área astur, y un segundo legado con una única legión asentada en territorio cántabro. Aunque Estrabón no nos informa sobre la identidad de cada una de las legiones, los testimonios arqueológicos no dejan lugar a dudas respecto a la presencia de las legiones VI victrix y X gemina entre los astures, mientras la IV Macedonica se asentó en el límite meridional de Cantabria. El principal problema del texto de Estrabón es cuándo se hace efectiva esta reorganización de tropas, puesto que, aunque el mencionado pasaje alude claramente a los inicios del reinado de Tiberio, en otro lugar el autor señala que la idea original de esta distribución partió de Augusto. De cualquier manera persiste la duda sobre el momento en que se puso en práctica esta redistribución de efectivos, que tal vez se remonta a los años siguientes al final de la guerra o, por el contrario, corresponde a un momento tardoaugusteo o tiberiano. Por nuestra parte, siguiendo a la mayoría de los investigadores (Syme, 1970: 104-105; Roldán, 1974: 183: Le Roux, 1982: 98), nos inclinamos por la primera de estas hipótesis.
Durante esta fase posterior a la guerra, que se prolonga a grandes rasgos a lo largo de todo el periodo julio-claudio, se incrementan progresivamente los testimonios arqueológicos y epigráficos relativos a la actuación y la presencia del ejército romano en la Península. Es a partir de este momento cuando se crean una serie de bases estables para las tropas destacadas en el norte de la Península, auténticos centros de ocupación y transformación del territorio circundante. Los establecimientos militares de Herrera de Pisuerga, Astorga y León son los primeros campamentos legionarios augusteos permanentes constatados arqueológicamente. Los tres ocupan emplazamientos geográficos y topográficos cuidadosamente elegidos, en situaciones estratégicas en relación con las vías naturales de comunicación que enlazan el reborde noroccidental de la Meseta con las regiones costeras de Galicia y la Cornisa Cantábrica y configurando un cordón protector al sur de la Cordillera Cantábrica (Pérez González-Illarregui, 1992: 5-6), que hemos denominado limes sin frontera y que prefigura el esquema aplicado en las fronteras septentrionales del Imperio algunos años más tarde (Morillo, 1996: 81). El despliegue del ejército hispánico a lo largo de la vertiente meridional de la Cordillera Cantábrica y al este de los Montes de León se va a mantener hasta el final de la época julio-claudia y, con unas dimensiones mucho menores, a lo largo de todo el Imperio
Hoy en día, sin negar en ningún momento la continuidad básica en los planteamientos y objetivos iniciales de estrategia militar iniciada por Augusto tras las Guerras Cántabras, contamos con evidencias arqueológicas suficientes como para señalar ciertos reajustes y modificaciones de la misma en un momento indeterminado comprendido entre los años finales del reinado de Augusto y los primeros de Tiberio, esto es, entre el 10-20 d. C. Dichas transformaciones pueden tal vez enmarcarse dentro del nuevo ambiente político causado en Roma por la derrota en Germania de Q. Varo en el 9 d. C, que supone una redefinición de la estrategia militar y la estabilización de las tropas a lo largo de la frontera renano-danubiana. Sin embargo, nos inclinamos más bien por una lectura del fenómeno en clave principalmente interna. El desarrollo paulatino del proceso de implantación romana en la región septentrional de la Península, impulsado principalmente por el propio ejército, posibilita una mejor adecuación táctica a las nuevas necesidades y objetivos que se van perfilando (Morillo, 1998a: e. p.). La más trascendental de estas novedades es el inicio de las explotaciones auríferas sistemáticas en el área astur occidental (Domergue-Sillières, 1977: 83; Sánchez-Palencia, 1986: 229), en las que el ejército debió desempeñar un papel trascendental, no sólo en aspectos estrictamente mineros, sino también en la adecuación de la red viaria y en el transporte del mineral hacia Roma."
En mi opinión no debe verse esta cuestión en clave interna sino como dice al principio el autor mas bien en relación al suceso de Varo en Germania y la situación de inestabilidad en la zona cántabroastur
Todos los estudiosos del tema reconocen que en el siglo IV d.c. se produjo un repliegue romano de la zona Cantábrica y aunque hay serias dudas acerca del controvertido limes del Duero lo cierto es que la Notitia Dignitatum es un documento real.
En la provincia Gallaecia se encontraban estas tropas:
‑ En León, la legión VII mandada por un prefecto (Proefectus legionis septimae geminae. Legione).
‑ En Poetavonium, cerca de Rosinos de Vidriales, en la provincia de Zamora, la cohorte segunda flavia pacatiana a las órdenes de un tribuno (Tribunus cohortis secundae Flaviae Pcicationae).
‑ En un lugar no precisado de la Gallaecia, la cohorte segunda gálica y su tribuno (Tribunus cohortis secundae Gallicae. Ad cohortem Gallicam).
‑ En Lugo, la cohorte lucense y su tribuno (Tribunus cohortis Lucensis. Luco).
‑ Primero en Brigantium, La Coruña, y ahora en Iuliobriga, cerca de Reinosa, Santander, la cohorte celtíbera bajo las
órdenes de un tribuno (Tribunus cohortís Celtiberae, Brigantiae, nunc Iuliobriga).
Y en la provincia Tarraconense:
‑ En Veleia, en el ahora despoblado de Iruña, no lejos de Vitoria, la cohorte primera gálica mandada por un tribuno (Tribunus cohortis primae Gallicae. Veleia).
También sería interesante que nos explicasen para que se querían en León a finales del siglo III D.C. tropas procedentes del norte de Europa; en el artículo se habla de inestabilidad a finales del siglo III y de fuertes paralelismos con las fortificaciones de los límes británicos, del Rhin y del Danubio.
http://www.diariodeleon.com/noticias/noticia.asp?pkid=440632
Mánica o protector de brazo encontrado en los almacenes de la Legio VII en la cara interna de la muralla bajoimperial de León. Este tipo de armadura se utilizó en las fronteras septentrionales del Imperio Romano y el hallazgo es único en la Península Ibérica; con el hallazgo se corrobora el traslado de elementos militares del frente nororiental del Imperio a la llanura leonesa.
http://www.diariodeleon.com/noticias/noticia.asp?pkid=440629
Fortificación militar romana instalada en el siglo I d.c. en los Oscos-San Isidro.
Piedras fincadas o caballos de frisa para dificultar el paso a las grandes formaciones de caballería; también en los Oscos, occidente asturiano
En el siguiente enlace http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3044605
bajo el título EPISODIOS DE GUERRA EN LOS POBLADOS INDÍGENAS DE HISPANIA CÉLTICA: CRITERIOS PARA LA IDENTIFICACIÓN ARQUEOLÓGICA DE LA CONQUISTA ROMANA en Estudios de Prehistoria y Arqueología año 2008 de Don Luis Berrocal Rangel podemos leer lo siguiente: "Por último, también la arquitectura defensiva manifiesta los episodios de guerra en la aparición de nuevos sistemas, y elementos de fortificación que no tienen porqué ser complejos: creemos que algunos casos de barreras de piedras hincadas, sin precedentes en la zona como las que rodean algunos castros tardíos de la comarca de El Caurel (Lugo) o de San Isidro (Asturias), reflejan las directrices romanas tras las guerras Astur-Cantábricas, con motivos diferentes de los implicados en éstas. La protección de las nuevas explotaciones auríferas, y de sus vías de distribución, obligó al acantonamiento de tropas romanas e indígenas en el Noroeste y la "reconversión" de antiguos poblados en verdaderas "fortalezas".Así lo consideramos para el castro de Llagú (Oviedo,Asturias), un poblado metalúrgico que desde el siglo VI a.C. se dedicaba a la fabricación de pequeñas piezas de bronce con el cobre procedente de las minas de la Sierra del Aramo 45. A finales del siglo I a.C., tras un incendio generalizado, que no afectó a continuidad de su hábitat ni a los rasgos principales de éste, (casas de planta redonda, murallas de módulos...), se documentó una remodelación completa de sus murallas, que incluye caminos de ronda interiores con escaleras, cambia su entrada escalonada y oblicua al lienzo amurallado por otra perpendicular y escalonada, construye una gran torre de planta redonda, con 7 metros de diámetro y adjunta, a ésta, una habitación pavimentada con bancos corridos que interpretamos como cuerpo de guardia y, posiblemente, bateria artillera 46. Los materiales asociados a esta fase de ocupación apoyan su consideración como el acuartelamiento de algún destacamento de caballeria auxiliar celtibérica. Seria un ejemplo del "ejército oculto" de Carlos Fabiao 47.
45 Berrocal- Rangel et alii 2001.
46 ibid. 107-sq
47 Fabiao 2007, "Roman Army", p.121.
COMENTARIO: se insiste para tal despliegue una vez mas en el manido tema de las explotaciones auríferas y de sus vias de distribución pero hay ciertos detalles que no pasan desapercibidos; el primero de ellos es que el vergonzosamente destruido castro de Llagú, dentro de la campaña orquestada de destrucción planificada de la cultura Castreña, está ubicado en una zona no aurífera del centro de Asturias muy cerca de Oviedo. Por otra parte se habla de un incendio generalizado a finales del siglo I a.C lo que equivale a decir durante las Guerras Cántabras o inmediatamente a su conclusión, y también fue incendiado el campamento romano de Curriechos. ¿qué explicación hay para tales incendios? Si el territorio estaba pacificado ¿qué sentido podia tener tal despliegue militar con posibles destacamentos de caballeria y baterías artilleras?
Inquietante la alusión de Fabiao al "ejército oculto" y mas inquietantes aún las defensas de piedras fincadas alrededor de castros ya bajo el dominio romano. ¿contra quiénes defendian el oro y las rutas de transporte suponiendo que ese fuera el objetivo de tal despliegue militar? Los limes romanos en el Rhin-Danubio y en el norte de África están tan lejos del escenario que tratamos que es preciso que nos den una explicación aquellas personas que siguen sosteniendo el tema aurífero como causante de tantas precauciones, fortificaciones y efectivos militares.
Naturalmente les va a dar mucho trabajo encontrar una explicación lógica pero en tanto en cuanto la encuentren vamos a darles una pequeña pista.
En la obra "La pacificación de los pueblos del norte de Hispania" de Don José María Solana Sáinz en Hispania antiqua, año 2004 nº 28
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1203065
puede leerse lo siguiente: GUERRA, RESISTENCIA Y PAZ EN LA HISPANIA DEL NORTE
"Los que conocemos al detalle la geografía cántabro-astur y la organización de sus pequeñas comunidades indígenas castreñas, independientes y autosuficientes, dispersas en un amplio frente de lucha de unos 400 kms., deducimos que Roma difícilmente podía poner fin a su resistencia en una campaña regular.
El sometimiento de los pueblos del norte no puede reducirse al tradicional corto período de confrontación comprendido entre los años 26 y 19 a.C, pues en realidad, fue mucho mas largo y complejo."
"La primera fase de ocupación de Cantabria y Asturia, asi denominadas por la potencia conquistadora, acusa la falta de precisión de su contenido geográfico, a la vez que pone de manifiesto lo precario de su sometimiento. En el momento de iniciarse la guerra, Asturia, según parece, se circunscribía al espacio situado al sur del Bierzo, coincidiendo con el macizo galaico-leonés y la llanura situada en su borde oriental"...................."La finalización del bellum Cantabricum et Asturicum no supuso en absoluto un dominio total sobre el ámbito combatido. Los romanos únicamente ejercieron un control efectivo en el mediodía de la Cordillera Cantábrica y sobre los pasos montañosos para frenar las posibles incursiones de las gentes de la montaña".
COMENTARIO: Ya Rguez Colmenero y otros apuntaron la teoria de la diferenciación de los escenarios bélicos de Cántabros y Astures en torno a la Cordillera Cantábrica y al macizo Galaico-Leonés con el páramo aledaño respectivamente para unos y otros.
El campamento de Curriechos junto a otras fortificaciones reciéntemente descubiertas certifican asimismo el control de los pasos montañosos por Roma como dice acertadamente Solana Sáinz pero resulta difícil de creer que no hubieran tenido un control efectivo de determinados enclaves estratégicos al interior de las zonas de las actuales Cantabria y Asturias entre los años 26 y 19 a.C. véase el claro ejemplo de la Campa Torres.
Los romanos no solamente ejercieron un control en el medidía de la Cordillera y pasos de la misma hacia el norte como dice Solana sino que a lo largo de la contienda del 26-19 se internaron llegando hasta la costa y fortificándose en puntos estratégicos como el mencionado de Llagú aprovechando el eje norte sur de las cadenas montañosas sobre las que avanzaban cresteando.
Sin embargo tal avance no significó por múltiples circunstancias la pacificación total de la zona transcantábrica sino simplemente la culminación de los principales objetivos militares de Roma.
Como bien apunta Solana Sáinz la geografía y la climatología, las enormes zonas boscosas e inaccesibles configuraban el escenario perfecto para que bandas de resistentes de una movilidad mayor que la del ejército romano prosiguieran su actividad bélica y depredatoria independientemente del tema aurífero que en cualquier caso seria uno mas de sus objetivos tras la puesta en explotación de las minas por los romanos pero no la causa de la inestabilidad per se.