http://madridarabe.es/2016/11/14/la-huella-arabe-en-los-simbolos-de-madrid/
LA HUELLA ÁRABE EN
LOS
SÍMBOLOS DE MADRID
Reyes, sacerdotes y alcaldes
se esforzaron durante siglos en ocultar toda huella que evidencie el
origen árabe de la ciudad. Y casi lo consiguieron. Hoy más que nunca es
preciso dar a conocer ese pasado y explicar que la creación de los primeros símbolos de la villa está estrechamente vinculada a los tiempos de Mayrit: el escudo y el primer lema de Madrid así como la bandera de la región.
Pocos elementos existen más castizos que
la popular osa que figura en el escudo de la villa. Aunque no muchos
conocen su verdadera historia. La primera vez que aparece esta osa se remonta al año 1212 en la batalla de Navas de Tolosa.
Alfonso VIII de Castilla reclamó en aldeas y ciudades hombres para
luchar en tan crucial batalla contra el imperio almohade. Y Madrid
atendió su ruego.
La Osa y las estrellas, símbolos de Madrid
Un grupo de soldados de Madrid se unió a
sus huestes portando un estandarte. En él aparecía una osa a cuatro
patas con siete estrellas dibujadas en su lomo y paciendo en el pasto
verde. Es la primera vez que aparecen dichos símbolos (durante una
incursión castellana contra la taifa de Murcia en 1211 se hace una breve
mención). Y se les vincula a la importancia que tuvo la astronomía bajo el dominio islámico de Madrid. En concreto, a la constelación de la Osa Mayor, fácilmente visible debido a la gran calidad del cielo en aquella época.
Y es que fue aquí donde se fundó la primera escuela de astronomía de Al Andalus.
Maslama al-Mayriti, el primer madrileño ilustre de la ciudad, fue su
creador. De ahí la osa y las siete estrellas que rodean el escudo de
Madrid.
Previamente, existe un emblema de Madrid que representa un piedra de pedernal sumergida parcialmente en agua.
Dos eslabones la sujetan mientras saltan unas chispas. Este escudo es
previo al año 1200. Sea como fuere, el pedernal es la piedra con la que
se construyó la muralla árabe de Madrid.
Y qué decir del agua, cuya importancia fue vital como así acreditaron
los musulmanes. Ellos aprovecharon la riqueza acuífera de la villa para
disponer de un sistema de suministro de agua único en Al Andalus.
Historia árabe en el escudo y la bandera de Madrid
Más importante aún es el lema que le acompaña. «Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son, este es mi emblema y blasón» . De
su lectura se entiende que los árabes edificaron la primitiva ciudad
sobre un lugar rico en acuíferos y arroyos. Porque Madrid esta situado
sobre un acuífero terciario de gran extensión y mucho espesor. Además,
discurría el arroyo de San Pedro por la actual calle Segovia. Y también
el arroyo del Arenal en la calle del mismo hombre. A ello hay que
sumarle el río Manzanares.
Ahora bien, más llamativa es la segunda
frase. Cuenta la leyenda que por las noches, los cristianos lanzaban
flechas contra la muralla de la Al-Mudayna. Pero era tan robusta que al
chocar con la piedra, saltaban chispas dando la impresión de que los
muros eran de fuego.
Ese lema es un icono de Madrid desde los años ochenta. En plena movida madrileña, Alberto Corazón dibujó un mural en la plaza de Puerta Cerrada,
que recuerda el lema y el escudo olvidados. Hoy es uno de los símbolos
de la villa. Esta imagen llegó a ser portada de la prestigiosa revista
Newsweek en un reportaje que dedicó a la ciudad.
Cierra el círculo la bandera de la región. Aunque reciente, también incluye las siete estrellas que simboliza la constelación de la Osa Mayor.
Un recuerdo al antiguo concejo madrileño medieval. Todos son símbolos
castizos de Madrid. Y ninguno se explica sin Mayrit, sin sus primeros
habitantes, sin los árabes.
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