LA CRUZADA DE NEVILLE

LA CRUZADA DE NEVILLE

jueves, 22 de diciembre de 2016

معركة وادي لكة وبداية فتح الأندلس


711 LA VERDADERA DIMENSIÓN DE LA INVASIÓN MUSULMANA EN EL SIGLO VIII




Quiero presentarles a Vds  una obra cumbre sobre el acontecimiento de mayor trascendencia histórica que sufrió nuestro país a lo largo de todos los tiempos. EL EJÉRCITO CRISTIANO EN LA ESPAÑA ALTOMEDIEVAL: DE LA DERROTA MILITAR ANTE LOS MUSULMANES A LA RESISTENCIA ESPONTÁNEA FRENTE A  ELLOS María Isabel Pérez de Tudela Velasco analiza de forma memorable desde el punto de vista político militar la abrumadora superioridad de los ejércitos musulmanes tras el desastre del Guadalete y la rebelión espontánea y popular en el norte hispano frente a un Imperio musulmán en constante expansión y dotado de una mística religiosa y guerrera sin parangón. Un poder que había derrotado a imperios de la envergadura del Romano Oriental (Bizantino), Persa Sassánida o reinos poderosos como el visigodo de Toledo. Conozca porqué Don Rodrigo se lo jugó todo a una carta, conozca el error de cálculo de la facción witizana, la doblez de los invasores, su política del terror,  Conozca la resistencia popular y espontánea en el norte, sus verdaderos artífices, un rebelde contumaz del ejército godo arropado de forma desesperada por los clanes del norte. Conozca en definitiva la forja de una nación a sangre y fuego frente a un imperio bárbaro en el sentido mas estricto de la palabra.

El ejército cristiano en la España altomedieval: de la derrota militar ante los musulmanes, a la resistencia espontánea frente a ellos

miércoles, 21 de diciembre de 2016

EL DESARROLLO DEL PODER REAL EN LA EUROPA ATLÁNTICA:LA GALICIA ASTURIANA Y EL WESSEX ANGLOSAJÓN EN EL SIGLO IX

EL DESARROLLO DEL PODER REAL EN LA EUROPA ATLÁNTICA:LA GALICIA ASTURIANA Y EL WESSEX ANGLOSAJÓN EN EL SIGLO IX


por Carlos Baliñas Pérez 


RESUMEN

El reino de Asturias nace a principios del siglo VIII en los valles interiores de la Cordillera Cantábrica, como fruto de la confluencia de intereses y actitudes entre unos exiliados visigodos -en un sentido social y cultural más que racial-con una concepción jerárquica, descendente, teocrática de la monarquía, y unos indígenas astur-cántabros, más vinculados a formulaciones populistas e inorgánicas de la autoridad.

domingo, 18 de diciembre de 2016

LA ISLAMIZACIÓN DE LA PRIMITIVA CASTILLA




El profesor David Peterson defendió en la Universidad de Burgos su tesis : “Frontera y lengua en el alto Ebro, siglos VIII-XI . Las consecuencias e implicaciones de la invasión musulmana.

Su  tesis aborda principalmente la islamización de la primitiva Castilla en los años posteriores a la conquista musulmana (Anwa) —desde 711 hasta 750— y la formación de una frontera que durará tres siglos (VIII-IX), generadora de una serie de singularidades de carácter lingüístico y cultural.
Juan José García González, catedrático de Historia Medieval en la Univesidad de Burgos y director de la tesis, declaró en el Diario de Burgos (30.08.2007)

Los miles de antropónimos árabes o beréberes de la documentación altomedieval meseteña hacen referencia a los tornadizos cristianos que se convirtieron al Islam al tiempo de la invasión. Creo aún más en ello desde que la relevante tesis doctoral de David Peterson ha abordado algunos de los aspectos planteados por Oliver Asín hace medio siglo.
La tesis de Peterson desafía la escasa relevancia que la historiografía tradicional ha reconocido a la invasión musulmana al norte del Duero. Desde Simonet 1897, hasta los trabajos más recientes de Martínez Díez 1994Glick 1995Rincón Álvarez 2003Gil Fernández 2005, la teoría preponderante ha apoyado la idea de que la onomástica semítica castellana habría sido introducida por emigrantes mozárabes a partir del siglo IX. Peterson por el contrario sostiene que fue una consecuencia directa de la invasión musulmana en el siglo VIII.
Muy cerca de la divisoria de aguas que separa los valles del Duero y Ebro, en el corredor que comunica la Bureba (Burgos) y la Rioja, dirá David, “se erigió una frontera que perdurará durante aproximadamente tres siglos”:

Referencias
  • David Peterson (2009). Frontera y lengua en el Alto Ebro, siglos VIII-XI. Las consecuencias e implicaciones de la invasión musulmana.
  • Jesús Gil-Fernández (2004)El latín tardío y medieval (siglos VI-XIII)Historia de la lengua española.
  • Manuel Rincón Álvarez (2003). Mozárabes y mozarabías.
  • Thomas F. Glick (1995). Cristianos y musulmanes en la España medieval: 711-1250.
  • Hermógenes Perdiguero (coordinador) (1995). Toponimia de Castilla y León: actas de la Reunión Científica sobre Toponimia de Castilla y León, Burgos, noviembre de 1992.
  • Francisco Javier Simonet (1897). Historia de los mozárabes de España.
Imagen condadocastilla.es

ISABEL LA CATÓLICA ENVENENÓ A SU HERMANO



DIARIO EL MUNDO

  • Aparece en un documento hallado en Harvard, firmado por la hija de Enrique IV

  • La revista La Aventura de la Historia examina el caso, ya apuntado por Marañón

 sabel la Católica ordenó envenenar a su hermano el rey Enrique IV para acelerar su ascenso al trono «por cobdicia desordenada de reynar», junto a Fernando de Aragón, quienes «acordaron, e trataron ellos, e otros por ellos, e fueron e fabla e consejo de lo facen dar (...) ponçoña de que después falleció».
Es la denuncia de un olvidado Manifiesto de 1475 firmado por Juana de Castilla, hija y heredera del rey, más conocida como la Beltraneja por sus detractores. Un apodo despectivo de la época, perpetuado hasta hoy, que la calificaba de ilegítima, apuntando a Beltrán de la Cueva, noble y favorito de Enrique, como su verdadero padre.
El documento firmado de su puño y letra con el que Juana y sus partidarios trataban de contrarrestar la campaña política contra ella de Isabel, a la que denomina «Reyna de Sicilia», con desprecio, negándole su condición de castellana, por su matrimonio con Fernando, príncipe de Aragón y Rey de Sicilia, consta de cuatro páginas escritas por las dos caras con apretada letra cortesana, un relato marginado durante siglos, en el que Juana de Castilla acusa además a su tía y madrina, no ya de usurpadora, sino de asesina, de dar «ponçoña», es decir, veneno, a su padre el rey Enrique IV.
Es también el desesperado intento por desterrar el bulo de su ilegitimidad durante la Guerra de Sucesión Castellana (1475-1479) que siguió cuando Isabel se autoproclamó Reina de Castilla a la muerte de Enrique IV, en 1474, de la que saldría vencedora y reina.

Un dardo intencionado

Juana tampoco perdona a Isabel su matrimonio con Fernando: «Se casó e celebró matrimonio con el dicho Rey de Sicilia [Fernando de Aragón] seyendo parientes en grado prohibido, sin tener dispensación apostólica». Un dardo intencionado, porque Isabel y Fernando eran primos segundos y se habían casado en 1469 sin disponer del permiso del Papa.
Del documento acusador de Juana a Isabel sólo existe un original enviado a la ciudad de Zamora y una copia del siglo XVI de la destinada a Madrid. Es precisamente la copia del siglo XVI la que ha hallado ahora la profesora de Historia Medieval de la Universidad Carlos III María Jesús Fuente en la Biblioteca Houghton de la Universidad de Harvard, Boston, tal y como publica en un artículo de investigación en el número de febrero de La Aventura de la Historia, en el que analiza un texto que ha sido despreciado por la historiografía. Se trata de una copia de la carta del Manifiesto destinada por Juana a la villa de Madrid que jamás se publicó, porque desapareció.
El original existe, no obstante, y se encuentra en el Archivo Histórico de Zamora, tras ser descubierto a principios del siglo XX por José Fernandez Domínguez [lo transcribió en una modesta edición de 1929 titulada La guerra civil a la muerte de Enrique IV, Zamora, Toro, Castronuño].
Pese a su gran valor, ese original no tuvo apenas repercusión, tal y como explica a Crónica Oscar Villarroel, profesor de historia Medieval en la Universidad Autónoma, autor de la reciente Juana la Beltraneja, la construcción de una ilegitimidad.
¿Qué dice Juana? No sólo el envenenamiento es la acusación sobre su tía. A Isabel y su esposo, Fernando, futuros Reyes Católicos, los califica de «mala e siniestra intención» por el hecho de «negar ser yo fija del dicho Rey [Enrique IV] mi señor». El texto está ordenado y bien escrito, demasiado para una niña de 13 años. De lo que nadie duda es de que es suya la firma del documento. El resto habría sido inducido, pues a diferencia de Isabel, Juana fue manipulada durante años por los nobles y su esposo y tío Alfonso V de Portugal, con el que se casó en 1475.
Enrique IV, hermano de isabel, murió de manera tan repentina que no le dio tiempo ni a hacer testamento
Las palabras que debían defender, a la postre, su condición de reina fueron pergeñadas entre los muros del Alcázar de Plasencia ese mismo año del señor, casi con toda probabilidad por Diego Pacheco, marqués de Villena e hijo de Juan Pacheco.
A Juana la defendían, curiosamente, los mismos nobles --Pacheco, Carrillo...-- que antes la habían desprestigiado para siempre. Ellos la motearían La Beltraneja, y así quedó para la Historia, al estar envueltos en 1464, dos años después de nacer ella, en una disputa con Enrique IV, que saldarían haciendo correr el rumor de la impotencia del rey y la paternidad de Beltrán de la Cueva.

Posible arsénico

El autor o autores reales del panfleto iban muy lejos con las acusaciones de asesinato, hasta el punto de afirmar en el opúsculo que se sabía de las órdenes para envenenar a Enrique IV con antelación: «...siete u ocho meses antes, que el dicho Rey mi señor falleciesse, a algunos Caualleros, en algunas partes destos mes reynos, afirmándoles e certificándoles que sabían cierto que auia de morir antes del día de Navidad e que non podía escapar...».
No hay pruebas de ello, ni de la implicación de Isabel, pero... El prestigioso médico Gregorio Marañón publicó en 1930 su Ensayo biológico de Enrique IV, en el que señalaba la posibilidad del arsénico como causa de la muerte del rey, tesis que apuntalaría cuando exhumó los restos del monarca en 1946, hallados por casualidad poco antes detrás del retablo del Monasterio de Guadalupe.
El Manifiesto de Juana fue olvidado mientras que la denominada Autodefensa de Isabel, de 1471, el documento equivalente en el que la que futura reina católica esgrime sus razones y derecho al trono, ha prevalecido. A su lado, la firma de Juana es el relato de un fracaso: perdería en el campo de batalla, en la diplomacia y en la propaganda. Y sería sepultada por siglos de relatos históricos que favorecieron a Isabel y Fernando.
Derrotada la niña Juana, su muy católica tía la obligó a renunciar a sus títulos de Castilla y acabó relegada en un convento de las Clarisas en Coimbra, Portugal. Aunque salió del noviciado, nunca volvió a Castilla. Murió en 1530 recluida en Lisboa, de donde desaparecieron sus restos en el terremoto de 1755, un último y macabro giro del destino que impide por siempre contrastar su ADN con el de Enrique IV y despejar las eternas dudas sobre su legitimidad.
De la posible ponzoña o veneno --arsénico decía G. Marañón-- que pudo acabar con la vida de Enrique IV, tan repentina que no le dio tiempo a hacer testamento (circunstancia que benefeció a Isabel), sólo queda el Manifiesto de Juana, con esa firma de niña que, entre tanta manipulación y propaganda, se erige sin duda como lo único incuestionable. Tenía 13 años y el reino perdido.

HIJOS DE MAYRIT




En 1561, Felipe II había ordenado el traslado definitivo de la Corte a una pequeña ciudad de la submeseta meridional de la Península Ibérica, Madrid. Los motivos de tan trascendental decisión son múltiples y variados, aunque ninguno de ellos, por sí mismo, parece concluyente. Proximidad al palacio-monasterio de El Escorial, posición geográfica peninsular centrada y equidistante de la costa en los cuatro puntos cardinales; un clima favorable; un color azul intenso del cielo; un lugar donde las aguas abundaban y eran de excelente calidad…
Pero esta nueva capital tenía un oscuro pasado. Algún avispado consejero de Felipe había dado la voz de alarma sobre el tipo de construcciones que menudeaban todavía a mediados del siglo XVI en la zona donde se alza hoy día la Catedral de la Almudena. Inmuebles cuyo origen no parecían estar acorde con los nuevos tiempos, puesto que eran residuos de una época antigua ya superada. Si aquella aseveración era cierta, había que tomar medidas disuasorias. La capital del cristianísimo imperio hispánico no podía tener un origen islámico, y mucho menos modesto. Pero la arqueología ha constatado en tiempos modernos que los más antiguos vestigios descubiertos en la ciudad de Madrid, en los cerros en los que se inició su andadura (las colinas de la Almudena y de las Vistillas), son de época ineludiblemente islámica. Además por Madrid corrían de boca en boca multitud de leyendas, cuentos y anécdotas, que transcurrían “en tiempos de moros” o “en la época de los árabes”. ¿Y cómo obviar topónimos como Puerta de Moros o el barrio de la Morería? Ni el pico ni la pala de los obreros que demolieron los viejos edificios musulmanes ni los cuentos de Calleja de los cronistas cortesanos fueron capaces de destruir ni camuflar este pasado poco glorioso a ojos del rey y sus consejeros.
Algunos autores arabistas investigaron la propia etimología del nombre de Madrid, hasta que estudiando las fuentes árabes, se dieron de bruces con el topónimo de una pequeña ciudad andalusí, que aparecía en aquellos ignotos textos con la denominación árabe de Mayrit. Jaime Oliver Asín, a mediados del siglo XX, dedujo que el nombre de Mayrit estaba íntimamente relacionado con los cauces de agua, las mayras, al que este filólogo añadió el sufijo mozárabe de abundancia -it. Para este autor, Mayrit significaba “abundancia de los cauces de agua”. Los primeros pobladores islámicos se habituaron a recoger el líquido elemento de los numerosos arroyos, riachuelos y corrientes de agua subterránea. Aguas de la vida que proporcionaban al asentamiento todo lo necesario para las actividades humanas. El vigoroso viento de la sierra, helado en invierno, cálido en verano, y el cielo azul de los refranes castizos hicieron el resto.
Es más que probable que el primer núcleo de población madrileño surgiese en la explanada de la Almudena, al calor de la fortaleza que vigilaba el violento ingreso de los rivales cristianos desde el norte, un castillo que la tradición ha querido situar desde tiempos inmemoriales en el solar del Palacio Real, edificio que a su vez ocupa el lugar del viejo Alcázar de los reyes castellanos, reformado en tiempos de Carlos I.
Las fuentes árabes atribuyen a un emir de la dinastía omeya cordobesa la fundación efectiva de Mayrit, a mediados del siglo IX, un monarca que tiene un parque dedicado a su memoria, junto a la “muralla árabe”, excavada al final de la calle Mayor y al comienzo de la Cuesta de la Vega. Mohamed o Muhammad I, el fundador de Mayrit,  gobernó en Córdoba entre los años 852 y 886. Ahora bien, según la opinión de numerosos autores, es muy probable que antes de que Muhammad I otorgase un carácter oficial al asentamiento, ya existía Mayrit como población, posiblemente fundada por los beréberes y los muladíes de la zona. El emir se limitó a amurallar el primitivo núcleo poblacional y a poner al frente del castillo a un gobernador o amilde su confianza. El amil pertenecía muy probablemente a la etnia árabe, y sustituyó, por razones que no alcanzamos todavía a comprender, a los caudillos locales beréberes, responsables de la creación de la posición estratégica años antes. Parece que Muhammad I fundó la plaza fuerte mayrití como eslabón estratégico dentro del entramado defensivo conocido como la Marca Media, vigilante contra las algaradas cristianas procedentes del norte de la sierra madrileña, pero también para custodiar y prevenir las frecuentes sublevaciones de las gentes de Toledo, la vieja urbs regia visigoda. Talamanca del Jarama, junto con Mayrit, cumplió el mismo cometido de vigilancia.
La población de Mayrit estaba compuesta por un pequeño grupo aristócrata árabe, representado por el gobernador de la fortaleza mayrití, quien solía pertenecer a nobles familias de Córdoba. Un colectivo bereber algo más numeroso que el exclusivo clan árabe; los muladíes, la antigua población hispanorromanogoda convertida al Islam, formaban el grueso de los residentes en la ciudad. Un pequeño núcleo de irredentos cristianos, los mozárabes, poblaban los arrabales extramuros de la madina, y por último, un grupo todavía más reducido de judíos residía en su propio barrio, la judería. La población de origen musulmán habitaba, en su gran mayoría, la ciudad amurallada, la almudayna, un espacio ocupado en la actualidad por la catedral de la Almudena, la explanada del mismo nombre, y los alrededores de la calle Bailén esquina calle Mayor, la calle Almudena, la calle Factor y los altos de Rebeque. Con el tiempo, al incrementarse la importancia de la ciudad, la población musulmana desbordó las murallas y comenzó a desparramarse por los arrabales, creados a tal fin junto al primitivo barrio extramuros mozárabe que se alzó posiblemente en el actual barrio de la Morería. Este barrio cristiano tuvo como parroquia principal la de San Andrés, de la cual fue devoto feligrés San Isidro, nacido durante los últimos años de dominación islámica sobre Mayrit.
Mayrit cayó en manos de los cristianos entre los años 1083 y 1085, junto al resto de las plazas y territorios del reino taifa de Toledo, como consecuencia de las capitulaciones pactadas por el rey castellano Alfonso VI el Bravo y el monarca toledano al-Qadir. Alfonso VI fue benevolente con los vencidos, pues permitió elegir a la población musulmana entre abandonar la ciudad o quedarse, manteniendo sus creencias y posesiones. Las elites políticas y económicas, guerreros y ulemas, los doctores de la ley islámica, tomaron el camino del sur, pero la masa principal de la población musulmana, artesanos y campesinos, sin tener dónde ir, permanecieron en Madrid. Simplemente cambiaron de dueño.
Madrid se había perdido definitivamente para las huestes de la Media Luna y encaraba una senda humilde al principio, pero que habría de llevarle siglos después a su proclamación como capital del más extenso imperio cristiano que jamás vieron los tiempos. ¿Fruto del azar? ¿O estaba escrito en las estrellas?

LA CREACIÓN DEL MUNDO Y OTROS MITOS ASTURIANOS POR CRISTOBO DE MILIO CARRÍN




Hablando hace años sobre las leyendas de su pueblo con un anciano asturiano,de los de misa diaria,decía él: ..."Porque nuestra religión (pausa dubitativa y miradas furtivas en torno)....Bueno, la religión que hay ahora es la auténtica: (bajando la voz) pero antes había otra y esa era la nuestra".

DE COMO SE ALZÓ MARICO CONTRA EL IMPERIO ROMANO



Arriba en la imagen Marico  flanqueado por uno de sus capitanes y por su ejército alza su espada  libertaria contra el Imperio.


TÁCITO

Quiero rendir tributo al gran Marico, aquel que se alzó contra el todopoderoso Imperio Romano y aún en la hora de su muerte fue respetado por las fieras.
Marico se autoproclamó "defensor de las Galias" y "Dios de los esclavos"  a continuación desafió al ejército romano con un doble objetivo liberar su patria celta - gala del yugo romano y liberar a los esclavos de la tiranía de los dómine de la Tierra Antigua.
El César y el Imperio arropados por el ejército y los dómines esclavistas contra Marico libertario.
¡Marico esta de actualidad! ¡Sí! porque en este país hoy en dia faltan Maricos aunque no maric.... que estos los hay por todas partes y sobran Césares y dómines. Y sino miren el portal de al lado con tanto CesaroPapista pontificando desde su ignorancia más absoluta.


En la imagen Marico desafia a las fieras y saluda al tendido.

MODELOS FOTOGRAMÉTRICOS DE LAS NECRÓPOLIS DE VIGAÑA ARCEU Y LLINARES



LABORATORIO DE ARQUEOLOGÍA AGRARIA

03_Creación de malla. Agisoft Photoscan

Uno de los objetivos principales del proyecto es acercarnos al poblamiento alto medieval, para ello hemos centrado buena parte de nuestros esfuerzos en las necrópolis de Vigaña y de L.linares, ambas ligadas a lugares de hábitat con una amplia cronología. En Vigaña la necrópolis se remonta, al menos, al S.VII tal y como atestigua uno de los enterramientos localizados con un complejo ajuar. En L.linares, los trabajos aún están en marcha, pero los datos ya apuntan a una importante ocupación altomedieval.
Para poder hacer más accesible esta información, hemos realizado diversos levantamientos fotogramétricos. Estos nos permiten mostrar de forma rápida y didáctica los resultados de campo e interpretaciones de los yacimientos.
 A continuación os mostramos dos modelos procedentes de ambas necrópolis. Uno de ellos, la espada, corresponde a la pieza mas importante del ajuar de una de las tumbas de la necrópolis de Vigaña y la segunda, el modelo final de la intervención del 2015 de la necrópolis de L.linares. Dentro de los modelos, encontrareis una mínima información que explica los distintos puntos de interés de cada uno.

Nueva investigación de la toponimia antigua de Asturias,Boletín del Real Instituto de Estudios Asturianos 168(2006),7-24

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En este análisis de los antiguos topónimos de Asturias se busca establecer sus raíces lingüísticas correctas (celtas,indoeuropeas no celtas,latinas). Como resultado podemos obtener conclusiones importantes sobre los distintos sustratos del perfil lingüístico asturiano. Los nombres celtas son aproximadamente la mitad del total, lo cual refuerza lo que académicos anteriores -a base de datos arqueológicos-han predicho acerca de la fuerte celtiberización de la cultura indoeuropea original.Además, los nombres latinos son apenas una pequeña proporción de los topónimos en la región, lo cual indica un nivel superficial de romanización.

VENI VIDI VICI


Resultado de imagen de ALFONSO FANJUL ALMAGRO GORBEA

VENI, VIDI, VICI
En una brillante tesis, avalado por Don Martín Almagro Gorbea, el doctor en Historia y Arqueología Don Alfonso Fanjul Peraza desmonta una por una las tesis romanistas en la mismísima Universidad Autónoma de Madrid.

ABRIENDO FUEGO CONTRA LOS PARACAIDISTAS EL BABLE Y LA INSCRIPCIÓN DE BOTORRITA

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El móvil de este artículo surgió a raíz de la conferencia que A.Tovar pronunció en la Facultad de Letras de la Universidad de Uviéu en la primavera de 1978 sobre la Inscripción de Botorrita. En aquella charla lingüística el ilustre conferenciante nos habló del parentesco etimológico del celtíbero boustom-ue y el topónimo celto-astur Bustariega "lugar de estar el ganado"
Sin tregua ni descanso.........siempre cabruñando..........

EL DEBATE SOBRE LA ROMANIZACIÓN: LA HISTORIOGRAFÍA TRADICIONAL FRENTE A LAS NUEVAS TENDENCIAS INVESTIGADORAS



A LA ATENCIÓN DE L. BECARES: 

EL DEBATE SOBRE LA ROMANIZACIÓN: LA HISTORIOGRAFÍA TRADICIONAL FRENTE A LAS NUEVAS TENDENCIAS INVESTIGADORAS

Inmaculada C. Pérez Parra  (CV) 
Juan Manuel García Barea
 (CV)
Palabras claves: romanización, historiografía, interpretatio romana y romanización relativa.
La historiografía que ha debatido el aspecto de la romanización de la Península Ibérica se ha movido en diferentes fases de interpretación sobre este fenómeno de asimilación cultural, desde unos puntos de vista primando a la cultura romana sobre las culturas peninsulares que estaban instauradas ya desde épocas anteriores; y desde otro pensamiento valorando, de igual medida, que un proceso de tal envergadura no puede estar enfrentado con un desarrollo intercultural entre los dos segmentos opuestos, es decir, entre las culturas preexistentes, en un amplio marco geográfico como es la Península Ibérica y la nueva cultura romana.
 


Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Pérez Parra y García Barea: El debate sobre la romanización: la historiografía tradicional frente a las nuevas tendencias investigadoras, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, diciembre 2009, www.eumed.net/rev/cccss/06/ppgb2.htm 

La historiografía “acomplejada”
Desde la historiografía tradicional se ha defendido la idea de una superposición de la cultura romana sobre la indígena, participando incluso ésta última en un “complejo de inferioridad”.
El mundo indígena quedaba a merced del poder de Roma sin ningún atisbo de posibilidad de interacción de estas culturas peninsulares sobre la romana. Podemos pensar que los historiadores que defienden estas posturas sienten las raíces de su pensamiento en el control político, administrativo y militar que tuvo Roma en este territorio en siglos posteriores, dejando a un lado uno de los sustratos más importante de una sociedad: el de la vida cotidiana alejada de estos márgenes de los poderes oficiales.
O bien podríamos inclinar esta balanza hacia un rechazo de las culturas indígenas por las directrices del régimen político franquista como hicieron otros regímenes totalitarios en la Europa del período de entreguerras, que sobrevaloraba las grandes hazañas conquistadoras y de aculturación de los imperios antiguos, como símbolo de poder autoritario.
Esta técnica de separación entre el mundo romano y el mundo indígena plantea que un estudio histórico queda abocado a la falta de información articulada, labor esencial cuando nos acercamos ante un tema donde entran en acción dos mundos que hasta la fecha aparecen separados, y que desde un período cronológico concreto irán unidos para fecundar en un nuevo sistema de culturas entremezcladas.
La superación de la tradición: las nuevas líneas de investigación. La necesidad de redefinir.
En esta nueva visión del proceso de romanización se barajan nuevas tesis que intentar explicar el proceso de una forma temporal con dos tiempo bien definidos: por un lado una proceso de equiparación entre las culturas indígenas y romanas y, por otro lado, un cierto avance en la supremacía de la cultura romana sobre la indígena, que termina cediendo en esta relación. Este guión parece más acorde con lo realmente sucedido en este proceso, pero de alguna manera simula este proceso a una lucha de poder, en la que el mundo indígena tampoco mantiene un sistema para oponer resistencia al avance cultural romano.
Las nuevas tendencias historiográficas basan sus investigaciones en la idea de que sólo hubo una influencia de la cultura romana a nivel de elites sociales indígenas, mientras que el resto de la población mantuvo rasgos culturales prerromanos.
El grupo social que en las etapas anteriores a la llegada de Roma mantenían un cierto poder y que ven que la nueva potencia mediterránea se interesa por sus territorios siente la necesidad de asociarse a este nuevo pueblo conquistador para seguir conservando su posición preponderante.
A partir de estas elites y de su contacto con los emigrantes romanos se irá difundiendo la cultura romana en el territorio, creándose una sociedad que une vertientes de las dos culturas que se entrelazan: las culturas de los pueblos prerromanos y la romana. Es lo que se ha venido a llamar la “interpretatio romana”.
Estas ideas, renovadoras durante la década de los noventa, nos indican que el poder romano no consigue realizar una labor de aculturación en los términos entendidos por la historiografía tradicional. La explotación económica de los recursos fue la razón por la cual Roma consigue establecer un dominio en la Península Ibérica y será el principal objetivo que conseguirá en este proceso de romanización.
Esta línea defiende la interpretación de la “romanización relativa” que consiste en relativizar los efectos que tradicionalmente se le habían otorgado a la romanización en el territorio del sur de la Península Ibérica.
Toma como punto de partida que el concepto de urbanismo está impregnado por un interés estratégico de Roma para sacar mayor provecho de las circunstancias económicas y geográficas del nuevo territorio adquirido, por lo que no todo el territorio “sufrirá” el mismo grado de romanización que otras zonas. Habría que hablar de “romanización concreta espacial”.
La aplicación de este proceso tampoco contó con un apoyo necesario desde el Estado romano, sino que irá condicionado por la zona que esté recibiendo el influjo cultural romano y el interés que despierte esta región a los poderes estatales. La sociedad que se creará mantendrá un sustrato prerromano a pesar de la presencia de los dominadores, plasmándose esta circunstancia en muchos aspectos de la vida cotidiana meridional.
Esta cita expresa bien cuál es el camino que tiene que seguir la investigación relativa a la romanización. No consiste en negar que hubo un proceso de romanización, sino reinterpretar para que nos acerquen a este concepto para comprenderlo de una manera más completa, superando las posiciones tradicionalistas y buscando nuevos enfoques investigadores.
BIBLIOGRAFÍA
CHAVES TRISTÁN, F., 1994: “Indigenismo y romanización desde la óptica de las amonedaciones hispanas de la Ulterior”, Habis 25, pp. 107-120.
FEAR, A.T., 1996. : Rome and Baetica. Urbanization in southern Spain c. 50 B.C. – A.D. 150. Clarendon Press. Oxford.
GUZMÁN ARMARIO, F.J., 2002: “La romanización de la Península Ibérica. Reflexiones sobre un debate historiográfico”. Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología social, Vol. V, pp. 303-324. Cádiz.
HOPKINS, K., 1996: “La romanización: asimilación, cambio y resistencia”, en La Romanización en Occidente, J.M. Blázquez, J. Alvar, eds., Madrid.
ROLDÁN HERVAS, J.M., 1972: “El elemento indígena en las guerras civiles en Hispania: aspectos sociales”, H.Ant., II, pp. 77-123.
ROLDÁN HERVÁS, J.M.; WULFF ALONSO, F., 2001: Op.cit., pp. Citerior y Ulterior. Las provincias romanas de Hispania en la era republicana. Ed. Istmo. Madrid.
SALINAS DE FRÍAS, M., 1999: “El impacto económico de la conquista romana”, SHHA, 17, pp. 125-152.
WULFF ALONSO, F., 2002: “La tradición historiográfica española: ambiguas ciudades y esplendores béticos, esencias heroicas y limpieza de sangre”, en Estudios sobre las ciudades de la Bética (González Román, C.; Padilla Arroba, A. ed ), pp. 497-513. Granada    
EL COMENTARIO
Una "romanización atlántica selectiva"......véanse los grandes monumentos de Britania, Germania o Galia...........unas alucinaciones diagnosticadas como "visión positiva de la romanización en la Albania del Cantábrico " ausente de aval alguno que la certifique visión-visionario-alucinación términos interrelacionados...................y de repente se topan con esto donde se niega abiertamente incluso la romanización de la Bética.......

EPIFANÍA DE GAÑANES



La arqueología en Asturias esta en manos de una epifanía de gañanes teledirigidos desde Cantoblanco y que obedecen con  sumisión perruna a la Dirección General de Patrimonio del Principado copada ésta por  zipayos  y paracaidistas.
Los arqueólogos oriundos de Asturias no pueden excavar, salvo cuatro zipayos, están vetados en tanto en cuanto se les da carta blanca a arqueólogos de variada procedencia, aterrizados en Ranón, adoctrinados en la U.A.M, y con un odio enfermizo a todos los episodios de grandeza escritos con letras de oro en la historia de los pueblos que han protagonizado nuestros antepasados.
Así es que llegan a negar la resistencia astur al Imperialismo Romano, la Reconquista, la Batalla de Covadonga, la Monarquía Asturiana y aún dentro de poco, tiempo al tiempo, llegarán a negar incluso  la no muy lejana Revolución de 1934.
Les acuso de mala praxis, de arqueología fraudulenta, de trasvase de la pseudociencia y la ufología a la arqueología  para configurar lo que se ha venido a llamar  "arqueología fantástica".
Sus peplums configuran un rosario de dimensiones asombrosas siendo sus cuentas más sonadas las inventadas vías romanas en Asturias, Gigia el Gijón romano, la conquista incruenta en el marco de una propaganda Augústea, la romanización atlántica, el cultivo del maíz por los astures, la cronología romana de los castros asturianos made in Carrocera y un largo e interminable etc, etc.
La" Pataca" fue su signifer, guía y estandarte y caído éste en manos del enemigo por su notoria inepcia y surrealismo ahora van comandados por "el Propagandista del Occidente".
¡Cuánto Carpanta! ¡cuánto zipayo en la prensa regional!,escribiendo a destajo en la gacetillería amarilla supuestos estudios arqueológicos que no son mas que una retórica esotérica y paranormal.
Célebre fu su "viaje al centro de la tierra" protagonizado en Lucus Asturum en busca de la primera ciudad romana que habrían de encontrar "por la Gracia de Dios", aunque éste les dio la espalda. Escaldados en Gijón y en Lugo de Llanera entonces sacaron de la chistera la ópera bufa de "la romanización atlántica" para justificar la falta de monumentalidad y urbanismo.
¡La silla romana de Cimavilla!, ¡la necrópolis romana de Argandenes! falsedades propagadas con gran trompetería; he aquí, sobre la marcha, otros dos episodios grotescos que señalan su actividad fraudulenta.
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Becarias que escapan corriendo desnudas, aterrorizadas por las campiñas gallegas, huyendo de viejos chivos alucinados ; becarias a las que se negó la justicia por la posición dominante del sátiro.
¡Sí! podríamos escribir una serie de novela negra con vuestras andanzas. Célebre fue el episodio de la filtración de exámenes y de los empadronamientos ilegales para poner la alfombra roja a los arqueólogos de vuestro palo y echar para atrás a los más capaces y fuísteis sentenciados por la justicia salvándose la Pataca in extremis por su no condición de funcionaria. Siempre pasa lo mismo; se sacrifican los peones para salvar a la "reina".
Reina de la mentira, reina del enjambre, reina del colmenar de Cantoblanco desplazada ahora por el abejorro del Occidente.
También esta investigado, ya le llegará el turno.
La arqueología que debiera ser una eficaz herramienta para conocer el pasado se convierte en vuestras manos en una suerte de apostolado difusor de las teorías más estrambóticas y destinado a apuntalar las directrices políticas que os imparten en Madina Mayrit corte de la berbería.
Vuestra actividad contaminante sobre las comunidades no doctas en la materia se ejecuta fundamentalmente a través de la prensa escrita comprando a los plumillas de turno.
Da asco ver a todos estos profanadores divulgando en pésimos artículos la doctrina cuciplada en Cantoblanco. Apenas saben escribir distanciándose poco del ágrafo.
Artículos- por llamarlos de algún modo- marcados siempre por el infantilismo y la puerilidad ,inofensivos para la gente versada en la materia, pero que tienen su razón de ser en su falacia propagandística destinada al gran público al que tratan de engañar de la forma más abyecta.
La arqueología asturiana, con las honrosas excepciones de los que no doblegan su cerviz cumpliendo a rajatabla su código deontolótico y sufriendo una persecución implacable, es una MERIENDA DE NEGROS.
La arqueología asturiana sería, asimilada al campo de la medicina, una suerte de curanderismo, medicina china o alternativa en manos de chamanes  que danzan borrachos alrededor de una hoguera.
Por todo ello es mi obligacion moral combatiros en todo momento y en todo lugar, con cualquier herramienta a mi alcance, en una suerte de cruzada que no ha de cesar mientras la fuerza me acompañe.