LA CRUZADA DE NEVILLE

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lunes, 17 de agosto de 2020

¿MOLESTA EL PASADO MUSULMÁN DE MADRID?

 

https://blogs.20minutos.es/xx-siglos/2016/06/25/molesta-el-pasado-musulman-de-madrid/

 

 

Muralla musulmana de Madrid

Carolina Molina es una escritora madrileña muy vinculada a Granada (es directora de las Jornadas madrileñas de Novela Histórica y coordinadora de  las de Granada), autora de varias novelas como Guardianes de la Alhambra y Noches en Bib-Rambla (ambas publicadas en Roca Editorial). Durante las primeras jornadas madrileñas, Carolina contó los problemas que tuvo con su segunda novela histórica, Madrid, entre dos murallas (recientemente reeditada por Áltera) y que ella achaca a que el pasado musulmán de la capital “molesta”.

Me resultó interesante y revelador. Le pedí a Carolina que nos contara su experiencia y sus impresiones y aquí están. Estoy seguro de que os provocará, al menos, alguna reflexión.


¿Molesta el pasado musulmán de Madrid?

Carolina Molina, escritora.

Meses antes de los terribles atentados de Atocha en 2004 terminaba mi segunda novela con el título Mayrit entre dos murallas. Se trataba  de un conjunto de cuentos unificados narrativamente sobre las vicisitudes de un emigrante llegado de Damasco que anhelaba llegar a Al-Andalus y en consecuencia a Mayrit, la ciudad que con el tiempo se convertiría en Madrid. En el libro, este enclave musulmán en donde había ríos y entorno natural bien defensivo, va transformándose hasta convertirse en corte con Felipe II.  Un tema que nadie hasta ese momento se atrevió a tratar, no por cobardía, sino, posiblemente, por desconocimiento de lo que antes tuvimos.

Superado el horror de los sucesos terroristas en donde murió un familiar mío, me propuse promocionar mi novela en Madrid y fue entonces cuando encontré un rechazo solapado a nuestra indiscutible herencia hispanomusulmana. Mientras que en Granada, el legado de al-Andalus, se comprende como uno de los más ricos de nuestra Historia y gracias a él nuestro acervo cultural es inmenso, en Madrid se ignoraba y hasta se repudiaba, tildándolo de políticamente incorrecto. No  había manera de hacer entender a las instituciones de aquel entonces, quizás no muy distintas a las actuales, que al-Andalus no tiene nada que ver con la violencia indiscriminada que sufrimos en los tiempos presentes y que uno de  los rasgos más sobresalientes de la cultura andalusí, fue, precisamente, la tolerancia.

9788416645756 

Mi novela se quedó en el olvido tras promesas de parte de unos y de otros que nunca llegaron a realizarse. Con el paso del tiempo y con motivo de las Primeras Jornadas Madrileñas de Novela Histórica  tuve la oportunidad de retomar la novela cambiándole muchas cosas, su enfoque y alguno de sus cuentos. Mayrit se  convirtió en Madrid entre dos murallas, en referencia a las dos murallas, árabe y  cristiana, cuyos escasos restos arqueológicos aún son visibles en nuestra ciudad. Dulcifiqué sus páginas, centrándome más en la convivencia entre las dos culturas que han sido condenadas a entenderse y quizás nunca lo consigan. Pero por encima de estas intransigencias administrativas o comerciales me quedo con algo mucho más decepcionante y es la manipulación que hacemos, constantemente, de nuestra Historia. Aún sin censura nos impulsan a elegir los temas más amables, seleccionar los, posiblemente, más acertados según nuestro entorno social o político. En esto, me parece a mí, que hay tanto de intransigencia como de ignorancia. No es solo cosa de temer a la posible reacción del público, es decir, a su rechazo y por lo tanto a perder compradores reales. Hay mucho de sinsentido práctico, de catalogar al público de insensible o ignorante, dándole siempre lo que el mundo editorial piensa que es «lo vendible». Nunca me cansaré de decir que el lector no es tonto. La consabida letanía de “Esto no gusta” me inquieta. ¿A quién no gusta, en realidad? Seguramente a los editores, a las distribuidoras o incluso a los políticos, pero a los lectores…al gran lector le gusta casi todo, si está bien escrito.

La novela histórica tiene un gran futuro como vehículo de transmisión de ideas y bien usada nos hará reflexionar. Porque comparar el pasado con el presente, a veces, solo hace reafirmar que somos inalterables en nuestras miserias. ¿Podremos, con la novela histórica, hacer revisar nuestro concepto del pasado?

Al menos, sí hacer esta cuestión más visible, porque historiadores ya hay que insisten en esa revisión necesaria de la Historia que ha sido manipulada, a veces con intención y otras por pura desidia. De esa visibilidad propia de la novela, por ser accesible a mucha gente, podríamos aprovecharnos y tomarla como medio de denuncia. No paro de verle posibilidades a este género que hasta el momento se tilda de secundario o de puro entretenimiento.

Por otro lado, ya es hora de que Madrid tenga sus propia novelística, su apoyo cultural desde las instituciones, cosa que no es tan evidente, aunque suene raro por ser la capital. Quizás, precisamente por eso, también tendríamos que “revisar” nuestra historia y hacer que los propios madrileños la conozcan. Cierto es que madrileños ya hay pocos o quizás no se sientan como tal a tenor del poco interés que tenemos todos de hablar  de Madrid. Pero quizás es que no la conocemos lo suficiente para amarla de veras, desconociendo todo su pasado, incluido su maravilloso legado andalusí de donde parte su propio nombre, Mayrit.

 

1 comentario:

  1. Hacía tiempo que no leía un cúmulo semejante de memeces... Gracias por hacernos reír en tiempos como éstos.

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