HISTORIA Y PATRIMONIO DE RIOSA
ENTREVISTAS EN LA HISTORIA POR IGNACIO GRACIA NORIEGA
TODOS LOS COLEGIOS TENDRÍAN QUE ENSEÑAR CULTURA ASTURIANA
La asociación Esbardu se creó para fomentar y divulgar el floclore y la cultura asturiana. De ahí nació el Festival Intercéltico de Avilés que esta edición cumple 25 años y se celebra desde hoy hasta el 31 de julio. Su director, Juan Luis Casas García, nació en Valliniello hace 61 años y dedica toda su energía a este apuesta cultural que ha ido creciendo con el paso del tiempo. Aprendió de otros festivales y subió el escalón más alto en el intercéltico de Lorient. Por eso lo quiso para Avilés.
-Igual son muchos años para dedicarlos a un festival. ¿Qué hace falta, además de moral?
-Mucha pasión.
-El festival goza de éxito, pero ¿tiene éxito la música celta en Asturias?
-Sí, por supuesto. Solo hay que echar un vistazo al calendario y en cualquier concejo hay algún festival de tipo tradicional o de música folk o de raíz. Si es verdad que las modas se imponen y la chavalería está tirando más al reggaeton y similares, pero nosotros apostamos por la música de verdad.
-¿Por qué van tan lejos?
-Porque esto es un legado, va más allá de la conservación de la propia música, es un legado histórico que tenemos que mantener.
-¿Pero se mantienen los grupos celtas?
-Vamos a la baja porque, si no hay una cultura de base, cada vez cuesta más trabajo encontrar gente que quiera defender esto. El problema radica en la educación. En todos los colegios debería haber una temática de cultura asturiana, por narices. Si la base falla, falla todo y los niños crecen sin una identidad, y de mayores lo ven como algo extraño.
-¿Es lo mismo el baile tradicional asturiano que la música celta?
-No. El baile asturiano es música celta, pero la música celta es un compendio de cosas inimaginables. Todo lo que pueda tener una mínima conexión con el mundo de la cultura celta tiene su cabida. Es un mundo muy amplio y no son guerreros tocando la gaita, como se imagina la gente. De hecho la gaita se inventó mucho después de la época celta, pero define a los territorios que en su día fueron ocupados por los celtas. La gaita es un nexo.
-Entonces, no es celta todo aquello que lleva gaita.
-Donde hay una gaita, hay una cultura celta, eso es impepinable, pero hay otras muchas manifestaciones donde no hace falta que esté la gaita y son celtas.
-¿Por qué el programa incluye la tonada?
-Es otra manifestación más de la cultura celta, es la canción asturiana de raíz. Es algo, también, muy comparable al flamenco, tienen puntos de conexión y tiene un valor incalculable.
-¿Es imposible organizar un festival de estas características sin que actúe Celtas Cortos? ¿Son el plato fuerte de esta edición?
-Es la primera vez que vienen y lo hacen por ser la 25ª edición. Y sí, junto con Luar na Lubre, son los mejores en su modalidad. Este año no podemos dar más, tenemos lo mejor de lo mejor.
-¿Han apostado fuerte con la programación?
-Sí, por ser el 25 aniversario había que darlo todo, aunque el presupuesto se ha disparado por culpa de la inflación. Tenemos un presupuesto de 70.000 euros, pero necesitamos ayuda.
-¿La tienen?
-Estamos en ello.
-¿Resulta difícil, aun cuando se trata de defender la cultura asturiana?
-Hay que tener suerte y depende del responsable político que toque, que quiera o no defender la cultura asturiana. Estamos a nivel del festival de Ortigueira y manejamos un presupuesto cinco veces inferior. Somos un poco héroes, en ese sentido.
-¿Por qué aspiran tan alto?
-Desde el principio fue nuestra razón de ser. Queríamos un festival con prestigio y reconocimiento, que pudiera codearse con lo mejor del panorama internacional y lo hemos conseguido.
-¿Está satisfecho con el emplazamiento?
-Sí. Hemos separado las restauración de la música. Cada actividad tiene que tener su sitio para no molestarse entre sí.
CONSIDERACIONES EN TORNO A LA HISTORIA DE GIJON EN LA EDAD ANTIGUA II
Autores Sergio Rios y Cesar Garcia de Castro
Iñaki Santianes, gaitero ovetense y responsable de la delegación asturiana de Lorient.
Iñaki Santianes (Oviedo, 1982) es, desde 2011, el delegado del Festival Intercéltico de Lorient en Asturias. Un enlace entre la organización, de la que hasta el año pasado estaba al frente el asturiano Lisardo Lombardía, y el panorama musical asturiano. Este año, del 5 al 12 de agosto, la gran cita celta del continente está dedicada al Principado de Asturias, así que ha tenido que echar el resto.
-¿Qué tiene de especial el festival de Lorient para que tenga tanto prestigio y enganche a tanta gente?
-Tiene 51 años, está asentado en el panorama musical europeo y es la referencia mundial en la música del arco atlántico. Todo el mundo que acude lo hace predispuesto a disfrutar de un formato un poco diferente. Es un festival muy de calle, con distintos espacios y escenarios, es muy de familia y hay muchas más cosas que la música, aunque todo allí gira en torno a ella.
-Y no solo el festival: toda la ciudad se transforma en un festival.
-Se vuelca toda la ciudad con él. Además de que hay varios escenarios, pabellones, recintos, carpas... están los bares, con conciertos privados e improvisados, venta de todo tipo de productos... En el escenario central, que este año cambia su nombre y se llama 'L'amphi', lo que antes era el 'Espace Marin', están los conciertos más grandes. Pero después están las carpas de los diferentes países, y son muy llamativas las de Bretaña, Irlanda... Hay que pasarse por allí. Y también llamará la atención la asturiana, porque este año el festival está dedicada a nuestra región. Además, hay una carpa nueva, que se llama 'Le kleub' y que busca atraer al público más joven, con fusiones de música celta con nuevas variantes.
-¿Qué tendrá este año el pabellón de Asturias?.
-El Gobierno del Principado ha hecho un gran esfuerzo y llevará a más de una decena de grupos que actuarán en el pabellón regional. Además, habrá una gran apuesta por promocionar la sidra, la gastronomía de paisaje y el turismo de la región, con venta de productos y restaurante. No pueden faltar ni la comida ni la bebida asturiana para mostrarlas a todo el mundo.
-¿Cuál será nuestra escuadra musical?
-Prácticamente la Asturias musical pasa a desplazarse a Lorient, es el mayor despliegue de música asturiana de la historia del festival. Nos vamos a encontrar con la Banda de Gaites Llacín y el grupo folclórico Trebeyu, que nos representarán en el Desfile de las Naciones Celtas y en las noches del estadio. También a L-R, con Leti Baselgas y Rubén Bada. Estará Rodrigo Cuevas, Cerezal, Llan de Cubel y Hevia, que actuarán juntos en la Noche de Asturias en el escenario principal... El concierto de apertura del gran teatro lo protagonizará Mapi Quintana y será un homenaje al tristemente fallecido Elías García. Y a eso se suman los participantes en el trofeo McCrimmon de gaita: Fernando Vázquez, Diego Lobo, Jaime Álvarez y Daniel Meré. También estarán Javier Menéndez y Fabián Fernández, que darán la masterclass de gaita en el Palacio de Congresos, y muchos más. Sin olvidar a Silvia Quesada y José Manuel Tejedor, que participan junto a otros músicos del arco atlántico en el espectáculo 'Celtic Odysee', en el Grand Theater de Lorient.
-También habrá una exposición.
-Sí, Ricardo Villoria llevará su exposición 'Llabor', en la que mezcla fotografía, pintura y otras técnicas para mostrar Asturias.
-Y, por si fuera poco, literatura.
-Efectivamente, habrá una delegación de escritores asturianos que ofrecerán lecturas públicas para llevar así la lengua propia de nuestro país al festival: Pablo X. Suárez, Xaime Martínez, Solinca Turbón y María García Díaz estarán también en Lorient.
-¿Qué supone para usted que Lisardo Lombardía deje de estar al frente del festival?
-Fue director del festival durante quince años y era un enlace básico con Asturias. Para mí, como delegado, era mucho más sencillo trabajar con él, pero ahora hay un nuevo equipo, dirigido por Jean Philippe Mauras, que sigue su estela. El hecho de que este año el festival esté dedicado a Asturias es un homenaje a Lisardo y una forma 'suave' de hacer esa transición. Por supuesto, implantarán nuevas ideas. Lisardo hizo un festival de éxito y el nuevo director quiere que cumpla otros cincuenta años, y para eso hay que captar a nuevos públicos, que siga creciendo, pero sin perder su identidad.
-¿Cómo se lleva la fusión de lo celta con otros géneros?
-El público tiene muy claro lo que va a ver allí, es un público muy respetuoso, pero a la vez muy crítico, muy entendido, y la base de la música celta no se puede perder.
-¿Cuál es su función exacta como delegado?
-Somos los ojos y los oídos de la organización en los diferentes países a la hora de buscar nuevos grupos y ejercemos de enlace con las administraciones públicas y las instituciones. Es una labor voluntaria y altruista. Y eso es parte del éxito del festival, que cuenta con miles de voluntarios. El gran grueso de la gente que le da forma lo son.
-¿Qué supone para Asturias estar presente en Lorient, y más en un año como este?
-Se intenta que periódicamente cada país tenga su año de honor, y que Asturias lo sea este año y pueda promocionarse a este nivel en un lugar como Lorient es muy importante. Para mí, es un gran reto y una gran responsabilidad. Sobre todo, al no estar Lisardo, pero es que tenemos una oportunidad para demostrar todo nuestro potencial. La última vez que la tuvimos fue en 2013, pero en un contexto muy diferente, tanto económico como social.
-¿Qué otras ventajas tiene ser país de honor?
-Además de tener un mayor protagonismo musical, toda la cartelería, el marketing y el merchandising gira en torno a Asturias. Esperamos que sea un éxito y que recibamos un buen 'feedback' cuando se acabe.
-¿Van muchos asturianos a disfrutar del festival?
-No se puede saber cuántos, pero bastantes. Pasan unas 700.000 personas por una ciudad de 70.000. Y de Asturias vemos un goteo continuo, pero este año se ha interesado mucha más gente. Ya han reservado hoteles, pisos de alquiler... Además, después de la pandemia había mucha gana de festival y el hecho de que sea el año de Asturias ha disparado el interés por estar en Lorient. Va a ser un gran año.
El alcalde, Iván Fernández, y los concejales de Festejos, Rafael Alonso, y de Obras, Jorge Suárez
Corvera cuenta ya las horas, pocas a estas alturas, que separan al concejo de la recuperación de la fiesta de San Juan, en dique seco durante los últimos dos años. Y la trascendencia de ese proceso ha llevado al ejecutivo local a redoblar esfuerzos para tenerlo todo listo en Trasona para la cita de mañana. En ello se afana un pequeño ejército de técnicos, cuya principal preocupación es tener a tiempo la hoguera, pieza clave de la cita.
Con más de ocho metros de altura la construcción, que ya toma forma en las inmediaciones del palacio, promete ser imponente. Su cuerpo tendrá la forma de una pirámide truncada, que aportará el grueso de la altura. Eso sí, los últimos dos metros y medio los proporcionará, a modo de cúspide, un gran trisquel, inconfundible símbolo celta de la evolución, el crecimiento y el equilibrio. A los pies del conjunto descansará otro icono de la mitología celta asturiana: el 'cuélebre'.
Su gemela de menor tamaño, la 'foguerina' para el público infantil, también se está levantando, esta vez en Overo. Con dos metros y medio, su encendido será a las 22 horas, justo después de que, a partir de las 20.30, la chocolatada gratuita y el espectáculo del payaso Tato hayan hecho las delicias de los más pequeños y de sus acompañantes.
En el caso del palacio, las primeras actuaciones comenzarán a las 22.30, de la mano del músico Vicente Díaz. Veinte minutos antes de la medianoche, el grupo Nun Tris dinamizará el encendido de la hoguera; con las llamas consumiendo la pieza, saldrán a escena el grupo Dixebra, inmerso en la gira de su 35º aniversario, y la orquesta Dominó.
Como no podía ser de otro modo, se ha organizado un dispositivo especial de seguridad para la jornada de mañana. Efectivos de la Guardia Civil, de la Policía Local y de Protección Civil estarán apostados en las inmediaciones, y se desplegarán varias ambulancias. Así mismo, se instalará un Punto Lila para alertar y actuar ante posibles agresiones de corte sexista.