lunes, 29 de octubre de 2018

EL LUPANARI DE LUCUS ASTURUM-LA FLOR DE LA CASTAÑA



















``LA FLOR DE LA CASTAÑA''

Cuentan los mas viejos del lugar como a ellos contaron sus antepasados hasta perderse en la noche de los tiempos que en la finca de ``La Castañera'' nunca hubo castaños aunque sí oricios de sabroses castañes.

No es zona apta para el castaño el llamuergu de esa zona de Llanera donde está ubicada la famosa ``Castañera''. El castaño busca monte, busca ladera y huye de las zonas pantanosas e inundadas por las que otras especies arbóreas muestran querencia.

Pero todo nombre tiene su significado que no es baladí ni fruto del arbitrio y es nuestro mandato científico averiguar la fe de su bautismo.

Año 19 d.C. tras una cruenta guerra cántabros y astures son reducidos por el poder imperial romano que se encontraba en su época de mayor apogeo político-militar. Llega la ``Pax Romana'' en Asturias cuarteada por rebeliones intermitentes como la famosa registrada en época de Neron.

El dominio romano, inestable, se mantiene gracias a una constelación de instalaciones militares conformadas por turris, castros-guarnición, fortalezas etc, etc;  un auténtico ejército de ocupación y represión auxiliado desde los grandes campamentos base de la Meseta Norte a partir de los cuales nacerán las grandes ciudades romanas de Astúrica Augusta-Astorga y Legio-León.

El aparato militar se centra según los estudios efectuados por el catedrático de Historia Antigua por la Universidad de Oviedo Don Narciso Santos Yanguas en asegurar la franja costera y el eje estratégico que conformaba Gijón con León a través de la llamada vía Carisa; una vía en realidad prerromana que fue  reacondicionada posteriormente por los ingenieros militares romanos para hacerla apta al paso de los carruajes y demás impedimenta con que se avituallaba y sostenía el esfuerzo bélico de las legiones.

No está empedrada, no hay miliarios; ni siquiera puentes con certeza adscritos de origen romano pero no debemos dudar de su existencia  señalada aún hoy en dia por el topónimo ovetense de la Carisa.

El triángulo ofensivo-defensivo conformado por Flavionavia-Pravia y Gegionem-Gijón culminaba en el vicus viarius de Lucus Asturum-Lugo de Llanera y se proyectaba hasta Legio-León a través de la Vía Carisa. A la altura de Llanera otra vía que tampoco respondía a los estándares romanos pero que sin duda asimismo fue reacondicionada por el ejército cruzaba de este a oeste la región para conectar con los gulags auríferos del centro-oeste asturiano y la gran ciudad romana de Lucus Augusti-Lugo.

Es fácil imaginarnos el ajetreo de mercaderes y militares en torno al cruce de caminos sobre el que se extendía el vicus viarius de Lucus Asturum que han querido hacer ciudad romana por la gracia de Dios tras haber fracasado estrepistósamente en Gijón.

Llegados a este punto tenemos que hacer mención a las recientes excavaciones efectuadas en Lucus Asturum, concrétamente en la finca de ``La Castañera'' para mostrarles a Vds lo que el pudor o la ignorancia científica del equipo de arqueólogos oculta sino otros e inconfesables motivos.

Honorables.......pretendiendo encontrar la mítica ciudad de Lucus Asturum tan sólo lograron identificar un edificio aislado del que lograron rescatar unas pilae de piedra entre otros elementos de menor relieve para a continuación dictaminar que estábamos ante unas termas aunque eso sí, escarmentados por sus numerosas y anteriores pifias, se abstuvieron de confirmar como públicas.

Si Vds me lo permiten vamos a hacer una breve  recensión científica http://informesdelaconstruccion.revistas.csic.es/index.php/informesdelaconstruccion/article/viewFile/5911/7012?fbclid=IwAR1tOkJ4epyFLGcmcb_9U-toulzNPkhCF7YWt56GpUkgT5pW5KjdR5oquJE

`` El uso de hypocausta en estancias de uso no termal ha sido poco estudiado, de hecho, en casi todas las ocasiones se asocia al balnea doméstico de las villas o a las termas públicas. Pero también es frecuente en las villas romanas la existencia de hypocausta que proporcionan acondicionamiento térmico a dependencias no necesariamente relacionadas con los baños de la villa.''

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En La Olmeda algunos de ellos efectivamente forman parte de la instalación termal del circuito de baños, pero la mayor parte de los que se han descubierto constituyen únicamente un sistema calefactor doméstico, muy necesario, por otra parte, en estas tierras de inviernos largos y fríos.''

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En general, el hypocausis (6) se asocia con las termas romanas pero en realidad es un sistema de calefacción que igualmente podía calentar un comedor o una sala de reunión.''

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Los pilae podrían ser cuadrados, rectangulares o circulares, de ladrillos o de piedra..................En la villa de La Olmeda se han encontrado los dos sistemas diferentes indicados: unos realizados con pilae de ladrillos y
otros de canales que en
ocasiones son paralelos, otras veces se adaptan a la forma circular de la habitación o son radiales partiendo del centro de la habitación, de manera muy similar al de Silchester. En un artículo sobre los hypocausta de La Olmeda resulta obligado mencionar los de una villa muy cercana, como es La Tejada, en Quintanilla de la Cueza. Hoy los investigadores dudan de su consideración como villa, pero de lo que no existe ninguna duda es que cuenta con un soberbio conjunto de hypocausta''


Bastan y sobran estas líneas para poner en entredicho, tras su fiasco urbanístico, su pretensión más reducida y modesta de que lo que han encontrado en ``La Castañera'' sea tan siquiera una villae romana dotada de termas; pretensión a la desesperada con la que intentan enmascarar su gran fracaso de mostrar a la opinión pública los restos tangibles que iban a conformar la anunciada ciudad romana de Lucus Asturum.

¿Que había pues en la Castañera? ¿ante qué misterioso edificio nos encontramos? ¿cuál es su auténtico significado?

El equipo  arqueológico anunció que habían encontrado ``baños'' y una gran cantidad de restos de ostras así como un caballo enterrado y si ponemos en relación estos restos con el escenario de trasiego mercantil-militar en torno al vicus viarii de Lucus Asturum tenemos que dictaminar que  estamos ante uno de los famosos lupanari del Imperio Romano.

Echen Vds honorable audiencia una ojeada a La sexualidad romana    y podrán leer párrafos como el siguiente: ``Los romanos siempre buscaban aumentar sus capacidades sexuales, para lo cual no dudaban en emplear afrodisíacos. Estamos hablando de productos naturales que presentaban formas sexuales como eran las ostras, el espárrago o los huevos.''

Bien no esperen vds encontrar espárragos en Asturias donde no se dan ni tampoco cáscaras de huevo que puedan permanecer por siglos pero en ``La Castañera'' aparecieron cantidades significativas del afrodisíaco molusco abundante en la cercana costa del Cantábrico.

Así pues tenemos el significativo  topónimo de ``la Castañera'' en un humedal incompatible con tal especie, tenemos un escenario de trasiego de arrieros, soldadesca, etc, etc y tenemos ostras, muchas ostras. 

Comida afrodisíaca en la antiguedad


``Otros alimentos asociados a la fecundidad y a la potencia sexual por su forma similar a los órganos sexuales femeninos son las ostras y los higos; y por otro lado, tenemos los alimentos considerados afrodisíacos por su forma fálica, como los espárragos y  los puerros.

También entre estos afrodisíacos encontramos plantas y alimentos que comparten perfume con las secreciones sexuales. Por ejemplo, la flor de castaño fue usa como brebaje afrodisíaco desde la antigüedad por su olor dulzón semejante al del semen''


Con todos estos elementos se va configurando la realidad mundana de un edificio alejado de las glorias y artificios ,de la anhelada grandeza, de la pompa y el tronío y que servía en realidad de refugio y consuelo al hombre del momento en sus largas y peligrosas singladuras.

¿Ha de robársele pues la gloria a la meretriz, al arriero o al legionario de guarnición?

Cuesta creer que el equipo de arqueólogos que tiene ante sus narices una cuestión tan evidente no haya caído en ella pero entendemos que presentar a las autoridades un ``lupanari'' en vez de la anunciada ciudad romana tras el gran despliegue de gastos y tecnologías que anunciaron a bombo y platillo pueda ser contraproducente.

Incluso han aparecido las pinturas lineales típicas de los lupanari en rojo y azul aunque nos dicen que ¡oh misteriosamente¡ se han perdido la mayor parte de las pinturas............ojalá pudiéramos ver las pinturas desaparecidas.




 








Sí, amigos lectores en ``La Castañera'' no había castaños pero sí castañes y aquellos célebres oricios dieron gran renombre en el Conventus Asturum  al lupanari que los antiguos habían bautizado como ``La flor de la Castaña''. 

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