martes, 14 de agosto de 2018

Y YA VAN CINCO, UNA CONSTELACIÓN MILITAR ROMANA PARA INVADIR ASTURIAS














LA NUEVA ESPAÑA

Hallado otro asentamiento en la Carisa,cerca del recinto romano de Llaguezos. 

``Nuevo hallazgo en la Carisa. El grupo de trabajo que investiga este verano el campamento de Picu L.lagüezos, encabezado por la arqueóloga Esperanza Martín y coordinado por Jorge Camino, ha encontrado restos de un posible yacimiento. Está cerca del campamento romano y podría tratarse del quinto lugar de asentamiento en la zona. Aún es pronto, matizan los expertos, para concretar más datos. Está en la vertiente asturiana de la Carisa, justo en el límite con el municipio leonés de Villamanín.''

Los arqueólogos que trabajan este verano en Villamanín son prudentes, pero aseguran que "hay evidencias de que pudo haber otra ocupación"



Nuevo hallazgo en la Carisa. El grupo de trabajo que investiga este verano el campamento de Picu L.lagüezos, encabezado por la arqueóloga Esperanza Martín y coordinado por Jorge Camino, ha encontrado restos de un posible yacimiento. Está cerca del campamento romano y podría tratarse del quinto lugar de asentamiento en la zona. Aún es pronto, matizan los expertos, para concretar más datos. Está en la vertiente asturiana de la Carisa, justo en el límite con el municipio leonés de Villamanín.
Es la comunidad vecina la que financia íntegramente los trabajos de este verano. La Junta de Castilla y León, la Diputación de León y el Ayuntamiento de Villamanín -con la colaboración de lo vecinos de Pendilla- han aportado a este importante proyecto cerca de 13.000 euros. "Nuestra intención es seguir trabajando aquí", afirmó ayer el alcalde de Villamanín, José Luis García Oblanca (PSOE). Y más, añadió, "con estos hallazgos que se están produciendo".
Nuevo lugar, nuevas preguntas. La arqueóloga Esperanza Martín destacó que "este hallazgo ha sido realizado por Arcadio Noriega, del Grupo de Investigación de Laviana". La entidad colabora activamente en las investigaciones, en las que se están empleando drones -Remotely Piloted Aircraft (RPA)-. Es la primera vez que los trabajos de la Carisa cuentan con un vehículo aéreo no tripulado para la elaboración de fotogrametrías topográficas precisas. Es pronto para hacer una valoración sobre el nuevo hallazgo, pero es seguro es que "hay evidencias de que pudo haber una ocupación".
Algunas preguntas siguen sin respuesta, pero hay enigmas ya resueltos. Todo parece indicar que el avance de las tropas romanas hacia el territorio que actualmente ocupa Asturias fue implacable. El primer campamento descubierto fue el de Curriel.los. Aquellos trabajos, de principios de este siglo, estuvieron encabezados por el experto Jorge Camino junto a Rogelio Estrada y Yolanda Viniegra. Hallaron "la joya" de la Carisa: un campamento de casi ocho hectáreas de extensión, cuya fortificación se reforzó hasta en cinco ocasiones.
Justo enfrente, localizaron las murallas de Homón de Faro, muy posiblemente relacionadas con la campaña del general Muza (entre los años 713 y 714). Unos años después, en una avioneta que rastreaba la zona para la elaboración de un mapa sobre las guerras de Hispania del proyecto "Gerre et ses traces" de la universidad de Burdeos (Francia), descubrieron el recinto de Picu L.lagüezos. A bordo de aquella aeronave viajaba Esperanza Martín. Emprendieron entonces una nueva campaña, que sacó a la luz un nuevo enclave de envergadura. Otro hallazgo, encabezado por Esperanza Martín, se produjo en 2016. Descubrió el campamento de Carraceu, entre Lena y Aller. Un yacimiento construido a ambos lados de la Vía Carisa, que hacía casi imposible que los enemigos caminaran por la calzada sin ser vistos por los legionarios.

Los trabajos han vuelto este año a L.lagüezos. Al término de esta campaña, seguro que la tierra habrá desvelado muchos más secretos. De momento, ya hay un hallazgo único: el puñal de un legionario metido en su propia vaina.
EL COMENTARIO
Una constelación militar romana en la frontera entre Asturias y León hasta el momento compuesta por cinco campamentos, algunos de ellos refortificados hasta el extremo y reutilizados en diversas ocasiones, prueban la magnitud de la resistencia asturcántabra a la mayor maquinaria bélica que conoció la humanidad: el ejército romano en el apogeo de su poderío militar en la época augústea. 




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