La primera caída de Roma tuvo lugar en el año 410 d.C. aún cuando algunos autores sostienen que el celta Brenno llegó a conquistar la ciudad en el 387 a.C. . Sobre este punto no hay acuerdo pues parece ser que la colina Capitolina resistió como último baluarte romano al ejército céltico. En cualquier caso Roma tuvo que firmar una paz humillante.
Arriba, en la imagen, escultura representando a Brenno que adornaba un navío francés del siglo XVIII
A pesar de la gesta céltica de Brenno éste no supo acabar con la potencia mediterránea que acabaría recomponiéndose y conquistando posteriormente los territorios célticos de Occidente y de Galacia, en Anatolia, por lo tanto y en justicia aún valorando su gran hazaña el episodio de Brenno no supuso en realidad la I caída de Roma que no se produjo hasta el año 410.
Roma por fin cae, sí, en el año 410 de forma gloriosa cuando Alarico I al frente de los visigodos, creadores del reino de España, conquistó la ciudad que se tenía por inexpugnable y por cabeza del mundo.
En esa fecha histórica la gobernanza mundial por parte de un ente mediterráneo quedó pulverizada y el eje del poder pasó de forma definitiva a la esfera atlántica. Alarico I (Allareiks que en lengua goda significa "rey de todos") puede considerarse como un auténtico "liberador de los pueblos" o si Vds prefieren el Simón Bolívar de Europa.
De una u otra forma y pese a la destrucción -parcial- del edificio político romano pues éste sobrevivió en la parte oriental hasta 1453 el patriciado romano siguió mangoneando desde "el Papado" los asuntos políticos de Europa Occidental a la par que sometía a la más alta institución religiosa a una de las mayores bacanales que recuerda la historia prolongando la absoluta decadencia moral romana.
La II caída de Roma de la cual fue protagonista otro germano, Martín Lutero, se produce como consecuencia de la reforma religiosa que comenzó éste en Alemania y su desafío a la ortodoxia romana, a la jerarquía romana y en definitiva a la forma subrepticia en la que de una u otra forma sobrevivía la autoridad romana copada por el más corrupto patriciado que se pasaba la tiara papal como una pelota de ping pong. En fechas cercanas se produce la caída por la presión otomana de la segunda Roma, Constantinopla, y la reina de Inglaterra somete a la Iglesia inglesa a su poder por todo ello y sin lugar a dudas a caballo de lo siglos XV a XVI se produce el segundo colapso romano.
La III y definitiva caída de Roma se gesta también entre dos siglos: XX y XXI; por una parte con la secularización a marchas forzadas de la sociedad y por otra con la configuración de dos entes geopolíticos en Occidente de clara tradición atlántica y germánica centroeuropea cuales son los EE UU de Norteamérica y la UE pilotada y dominada por Alemania. Por si fuera poco una serie de investigadores "revolucionarios" han prendido un pequeño incendio que al apresurarse muchos a apagarlo a las bravas,no ha hecho mas que coger fuerza y ya está descontrolado recordando vivamente el proceso del nacimiento, auge y expansión del luteranismo y los movimientos protestantes. Dichos investigadores están minando uno de los pilares de la "fortaleza romana": el latín y lo están dinamitando con las mismas cargas de profundidad con las que Lutero y otros disidentes religiosos volaron por los aires en su dia otro pilar romano, el de la jerarquía eclesiástica y el de la doctrina romana.
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