domingo, 18 de diciembre de 2016

LUCIANO LÓPEZ GARCÍA Y JOVE MERECE UNA CALLE EN OVIEDO




Luciano López García y Jove
“El día veintiuno de enero de mil ochocientos ochenta y cinco, el infrascrito Cura de Santa María de Pola de Laviana, Diocesis de Oviedo, bauticé solemnemente a un niño que nació en la misma, a las dos de la mañana del día siete de este mes y se llamó Luciano, hijo legítimo y de legítimo matrimonio de mis feligreses Don Mariano López, de profesión farmacéutico, natural de la ciudad de León y Doña Concepción García Jove, esta de Laviana; abuelos paternos, Don Francisco, natural y vecino de dicha ciudad de León y Doña Tomasa Miguel, difunta, natural de Sahagún, provincia de León; maternos Don Gaspar García Jove, natural de San Martín de Lorío y Doña Leonor Alonso, vecinos de Laviana; padrinos mi feligrés Don Eladio, casado, tío del niño y Doña Inocencia del Valle, casada, de Villa, Langreo, la que no contrajo parentesco; advertí lo que prescribe el Ritual Romano. Para que conste lo firmo. – José María García”.
Luciano paseando por la plaza de la catedral de Oviedo
A pesar de lo que dice la partida de bautismo, es parecer común otorgar a Luciano el día 17 como el de su nacimiento, por el cual motivo tal vez haya errata en la partida. En cuanto al mes, éste se trataba de enero, y el año era el de 1885.
Sus estudios de Bachiller los realizó en el colegio de Valdediós, edificio al lado del “Conventín”, cerca de Villaviciosa. Más tarde fue trasladado al Seminario de Oviedo, en donde se le ordenó sacerdote en el año 1909. Así mismo, ese mismo año comenzó a enseñar en Valdediós como maestro, profesión que también ejercería en el Seminario ovetense cuatro años después. Ya en 1939 se encargó de impartir la materia religiosa en el Instituto Nacional de Enseñanza Media Femenino de Oviedo. Además de todos estos cargos, en su haber se debe mencionar su licenciatura en Derecho por la Universidad de la capital asturiana.
Como escritor publicó algunos libros, de entre los cuales destacan un par de ellos dedicados a la historia del reino de Asturias y, principalmente a los acontecimientos ocurridos en la conocida como “batalla de Covadonga”.

Luciano con sotana, manteo y teja
Este presbítero, a diferencia de otros más jóvenes, nunca dejó de vestir la sotana, el manteo y la teja (uniforme obligado en su cargo hasta la modificación hecha durante el Concilio Vaticano II), por cuyo motivo fue siempre reconocido cuando paseaba por las calles ovetenses arrastrando sus muchos años de vida. No es de extrañar, pues, que por sus trabajos como escritor y sacerdote el seis de julio de 1989 le fuera concedido el título de Hijo Adoptivo de Oviedo.
Los últimos años los pasó en la Casa Sacerdotal de Oviedo, siendo en aquel momento el sacerdote más anciano del mundo, según afirmación de la diócesis carbayona, y uno de los españoles con más años vividos, pues murió centenario el 28 de agosto de 1992 con 107 años. Entre sus méritos está el haber dejado su impronta como capellán en la Institución Teresiana.
Como curiosidad, Luciano siempre creyó en la vida más allá de este planeta, por el cual motivo se mantuvo interesado en los temas relacionados con los o.v.n.i.s, así como en la parapsicología.
El funeral fue celebrado en la catedral, iniciándose la misa a las doce del mediodía. Resultado cuanto menos curioso que este ilustre personajes no tenga una plaza, calle o siquiera placa en su querido lugar de nacimiento.

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