lunes, 14 de septiembre de 2015

EL BABLE Y EL CASTELLANU SON LLINGÜES FORIATES LO QUE OCULTAN LOS NACIONALISTAS DE GAITA Y TAMBOR


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La llamada "llingua asturiana" fue una lengua latina que trajeron al norte los refugiados toledanos y andalusíes. Fue la primera oleada colonizadora lingüístico-cultural  que precedió a la segunda castellanista de la época del Caudillo. En la primera oleada aculturizadora  el  clero principalmente y en menor medida élites cultas civiles centro-surpeninsulares colonizaron culturalmente  a la nación astur dirigida por sus caudillos ágrafos que jamás acuñaron moneda. En la segunda el clero nuevamente y en esta ocasión de la mano de los docentes estatales continuaron de forma implacable la desaparición de nuestras señas de identidad.

ESTUDIOS Y TRABAYOS DEL SEMINARIU DE LA LLINGUA ASTURIANA


"Antes de analizar el léxico latino del asturiano nos es imprescindible realizar una pequeña incursión histórica en el proceso de la romanización de Asturias.
Son ya abundantes los trabajos que sobre los astures se han realizado. Conocemos bastante de sus luchas con Roma, de su organización social, etc., pero de los astures de los que más noticias tenemos son de los augustanos, y menos de los trasmontanos. Como dice Pastor Muñoz  -El proceso de romanización de los astures sufrió un doble desarrollo. Los territorios pertenecientes a los astures augustanos sufrieron una trasformación política más rápida e importante debida,sin duda alguna, a la implantación de campamentos romanos en sus terrenos como Astúrica y Legio VII. Por su parte, los astures trasmontanos, aferrados a sus tradiciones y formas políticas y sociales tardaron en incorporarse a la civilización romana.-

¿Fueron romanizados realmente los astures trasmontanos?

Mª Carmen Bobes ha estudiado la toponimia romana de Asturias y de su estudio se desprende que la toponimia de época romana pertenece casi toda a a denominaciones de villas, es decir, a pequeños núcleos de población, a asentamientos dedicados a la explotación de la riqueza asturiana. No existen en Asturias restos de un núcleo urbano de una cierta consideración, salvo en la costa, por la importancia que las vías marítimas tenían en el sistema económico romano. Como dice el ya citado Mauricio Pastor  "la notable escasez de municipios flavios ..... nos muestra claramente cuán poco interés tenía Roma en realizar una verdadera y auténtica política urbanizadora.

De la escasa latinización (romanización) del pueblo astur nos da también prueba que sólo tengamos noticias de dos de sus miembros que se elevasen al orden ecuestre: G. Sulpicius Ursulus y G. Sulpicius Africanus. 

Pues bien, el asturiano, como lengua de origen latino, ¿deriva de la lengua latina de los colonizadores de los primeros siglos de nuestra era?, ¿proviene de un latín más culto, más refinado, extendido a partir de la predicación del cristianismo?, ¿se debe a la confluencia en Asturias de elementos muy romanizados provenientes de otras partes de la Península cuando la invasión musulmana?, ¿o a las suma de todos estos factores?
A la primera posibilidad apunta la tesis de Menéndez Pidal de un influjo suditálico en el asturiano: "La romanización de estas tierras (Asturias y Cantabria) no supone, en cuanto a la lengua, una diferente modalidad venida de la metrópoli.......La romanización de estas últimas conquistas aparece como una obra interna, una mera prolongación de la latinidad implantada de antiguo en la Península y que ahora sube hacia el norte......; los astures y los cántabros reciben el labdacismo dorso-palatal de los vettones o de los vacceos vecinos, que a su vez, cuando fueron sometidos a Roma, un siglo antes la habían recibido.

Hay una serie de palabras que no parecen haber perdurado más que en asturiano y en zonas dialectales italianas, sobre todo en el sur, no dejan de presentar problemas cada una, ni tampoco su número es tan grande como para que podamos fundamentar con ellas la teoría del influjo suditálico.
Que quizá haya algún indicio de un posible influjo de los dialectismos del latín suditálico, pero que los términos encontrados no son tantos para que sirvan de apoyo a la teoría pidaliana.  
Que son muy abundantes los clasicismos del asturiano, presentando una cierta semejanza léxica, además, con el léxico común a la Romania central y a la otras lenguas peninsulares y, diferenciándose,en parte, del léxico latino del castellano.
Que curiósamente, presenta el asturiano, algunos términos que pertenecen a un latín bastante culto, refinado -como ya puso de manifiesto uno de nosotros-o que indican una latinización intensa y clásica-como decíamos en el apartado anterior-lo que resulta un tanto extraño habida cuenta la escasa romanización de Asturias.

En apoyo a las conclusiones del seminario de la lengua asturiana que hacen derivar al asturiano como lengua latina a partir de la expansión del cristianismo y de los refugiados sureños a partir de la invasión musulmana del siglo VIII presentamos asimismo el siguiente capítulo: TOLEDANISMO OVETENSE. EL DIALECTO ASTURIANO Y LEONÉS      

  Los reyes asturianos, que se decían continuadores de los godos, recogieron el espíritu político y unitario de la monarquía toledana, con aspiración al completo recobro de España. Alfonso II el Casto (791-842) imitaba en Oviedo toda la organización civil y eclesiástica de la perdida Tole­do «omneque Gotorum ordinem, sicuti Toleto fuerat, tam in Eclesia quam Palatio, in Ouetao cuneta statuit» 48. Sin duda en el palacio era imitada también el habla cortesana que Toledo había comenzado a generalizar 49. El dialecto asturiano de hoy, especialmente el central, el de Oviedo, es un vivo residuo del habla común que Toledo propaga­ba a lo largo de la calzada de la Plata 50; en el asturiano central subsisten hoy Iluna, llobu, Ellos tocóron, nueche 'no­che', ueyu 'ojo', Tú yes, Él ye, les cases y otros rasgos más que debieron de existir en el habla cortesana de Toledo 51. Por lo demás, claro es que el asturiano central, aunque muy arcaizante, es una lengua evolucionada y ha perdido mu­chos arcaísmos; en tiempo de sus Alfonsos y Ramiros tenía que conservar aún los diptongos decrecientes a u > ou, ai > ei que hoy viven relegados más al Occidente, a Tineo y Astorga, pero que entonces se dan por toda España, cousa, autro, outro, carraira carreira, y que en el siglo XI se conser­vaban todavía en León y en Toledo.
      Mas a pesar del goticismo toledano de la corte ovetense, los neologismos que imponía la nueva vida empiezan a detectarse en la documentación de aquella época. Hacen su aparición los primeros arabismos: alcor, alfoz, almexía, almofalla, cármez, metcale, xafarice, alguno de los cuales dura hasta hoy 52. Por otra parte, el comercio con el reino franco ha­cía llegar hasta Braga los «sonidos gallecanos» (menciona­dos en un documento del año 900) y, claro está, a otras partes del reino («sollidos gallicenses», en 955)53; y, con la moneda, penetrarían objetos francos y palabras 54.
Diego Catalán: Historia de la Lengua Española de Ramón Menéndez Pidal (2005)
NOTAS
48  Según se encarga de destacar el Epítome histórico ovetense acabado en 883, mal llamado Chronica Albendensia, en su cap. XV: «Ordo Gothorum Obetensium Regum».
49  Menéndez Pidal, Orígenes del esp., pp. 472-473 (ed. 1950, p. 450).
50  Véase atrás, cap. I, § 9.
51  Atrás, cap. I, § 9.
52  Menéndez Pidal, Orígenes del esp., p. 534 (ed. 1950, p. 507).
53  Menéndez Pidal, Orígenes del esp., p. 467 (ed. 1950, p. 445); Gómez Moreno, Iglesias mozár., p. 125 n., fecha, por error, el do­cumento de 955 en 885.
54  De forma similar a lo ocurrido en fechas posteriores, cfr. C. Sánchez Albornoz, Estampas de la vida de León durante el siglo X.

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