domingo, 18 de diciembre de 2011

CONMOCIÓN EN CANTOBLANCO CAPÍTULO II




Como continuación al artículo reciéntemente publicado titulado CONMOCIÓN EN CANTOBLANCO

http://elcombatedeneville.blogspot.com/2011/12/conmocion-en-cantoblanco.html


Presentamos ARTE, HISTORIA Y ARQUEOLOGÍA DE SAN MIGUEL DE LIÑO por el profesor de Historia del Arte de la Universidad de Oviedo don Lorenzo Arias Páramo.

http://www.elcomercio.es/v/20111218/cultura/arte-historia-arqueologia-miguel-20111218.html

El profesor de Historia del Arte de la Universidad de Oviedo profundiza en este artículo en el origen del templo ovetense
18.12.11 - 02:39 -
LORENZO ARIAS PÁRAMO |


La valoracion de los últimos informes sobre documentación cronológica basada en el análisis con datación radiocarbónica de morteros de la iglesia de San Miguel de Liño (años 680 y 870: 670 y 810 y 660 y 770 de un total de veinte muestras sin calibración ajustada) deben de ser juiciosa y exquisitamente analizados dentro del estudio del contexto histórico-artístico y arqueológico que la propia iglesia proporciona.
Desde que Aurelio de Llano descubre la planta original en 1917 la documentación sobre la iglesia ha ido creciendo exponencialmente. Pero no será hasta el año 1989-90 cuando la intervención del Instituto Arqueológico Alemán establezca fidedignamente las trazas originales de la iglesia, confirmando que en el subsuelo de la misma no ha existido ningúna otra construcción precedente anterior al siglo IX (Se descarta, pues, de forma absoluta la existencia de restos romanos en la misma). Asimismo el estudio metrológico de la iglesia realizado por el que esto suscribe es plenamente altomedieval. En el año 2006 el estudio de estratigrafía muraria realizado por el CSIC y dirigido por Luis Caballero Zoreda concluye de forma taxativa que el inicio de la construcción de San Miguel de Liño presenta irregularidades que condicionarán el espacio arquitectónico de Liño y que es preciso destacar. Primeramente la introducción de la tribuna occidental por una prioridad no contemplada en el proyecto inicial en el que no estaba prevista su inclusión. Está registrada estratigráficamente esa innovación. La variación no repercutió en la alteración del resto de la estructura arquitectónica del edificio, ni propició tampoco una interrupción de las obras. Esto se manifiesta en la percepción actual de Liño en el hecho de que hay piezas preparadas por el taller primitivo y piezas que han sido realizadas por el nuevo taller, el cual va a emplear materiales reutilizados contemporáneos al siglo IX, así como piezas procedentes de otros edificios altomedievales (Santa María de Naranco como veremos más adelante). Es posible, y ya se ha hecho, establecer criterios arqueológicos y de carácter tipológico y estilístico que diferencien en la actual fábrica de la tribuna aquellos elementos decorativos pertenecientes al proyecto original y los introducidos en la reforma de la misma. Asimismo es posible identificar elementos constructivos como las bóvedas de cañón que difieren de los empleados en el edificio civil de Santa María de Naranco (es rotundamente obra de otro taller y de otro arquitecto). Además se introducen incorreciones de obra en la ejecución de arcos, y desajustes en los paramentos. Por otro lado es sabido que la iglesia sufre un derrumbe de su parte oriental en el siglo XII, el cual está verificado arqueológicamente, estudiado geológicamente y documentado ya desde el siglo XVI. Un hecho profundamente importante en este sentido es que la introducción en el antecuerpo occidental de la tribuna propiciará que cuando se produzca el derrumbe en el siglo XII este sector occidental permanezca estable arquitectónicamente. Es decir, la parte de iglesia que ahora admiramos.
El estudio que hemos emprendido en la iglesia de San Miguel de Liño así como en Santa María de Naranco llega a la conclusión fundamental de que un importante conjunto de piezas escultóricas procedentes de Santa María de Naranco han sido reutilizadas en la tribuna de la iglesia de Liño. Así, tenemos los cuatro arcos de las cámaras situados en la tribuna de Liño los cuales son piezas reutilizadas de los lienzos norte y sur de Sta. María de Naranco (848). Los estudios precisos de carácter arqueológico y artístico así lo confirman; tienen el mismo tipo de decoración, los mismos materiales y responden a una ornamentación de una rica talla, genuina y personal del edificio regio del Naranco. Decoración que no se vincula iconográficamente a la que actualmente enriquece San Miguel de Liño. Cuestión importante es la actual presencia en la puerta principal de San Miguel de Liño de las dos jambas con una representación iconográfica de carácter profano. Su procedencia original sería igualmente el edificio áulico de Santa María.
Una de las respuestas que se puede proponer como explicación al intercambio, es la posibilidad de que en el momento en que se decide incluir la tribuna en Liño y ante la situación hipotética de quiebra de ese taller de Liño, se decidiera trasladar los arcos desde el próximo edificio áulico del Naranco. Liño iba a ser una iglesia vinculada al poder y como tal necesitaba una riqueza decorativa. Y evidentemente, sin olvidarnos de la Pintura mural de Liño, su iconografía revela la precisa datación de los primeros años del siglo IX, su iconicidad, su preludio a las nuevas formas figurativas que se consolidarán en la miniatura del un siglo posterior.
Es evidente que surgen incógnitas sobre el momento en que se produce el reaprovechamiento. Y esta es una cuestión que entra de lleno en la datación cronológica de la construcción de Liño y de Santa María ¿Cuál fue la primera en construirse? Esta interrogante puede ser decisiva para comprender las circunstancias políticas de la monarquía en la primera mitad del siglo IX. Es probable que la decisión del traslado de los arcos y de las jambas sea coincidente con la fecha de 848 presente en el ara de Santa María, justo cuando Ramiro I ya ha consolidado el poder venciendo a Nepociano el legítimo sucesor de Alfonso II. La decisión tiene que estar vinculada dentro de esa lucha por el poder que se establece durante un espacio temporal entre Nepociano y Ramiro I. Es ahí donde hay que centrar los esfuerzos investigadores para esclarecer el horizonte del Arte Asturiano.
Cuestión decisiva es la lectura de las Crónicas de la Monarquía Asturiana; tienen que ser leídas también con buen discernimiento histórico y confrontación con el registro artístico y arqueológico. San Miguel de Liño es citada como construida por Ramiro I en las redacciones Albeldense y la Silense de la Crónica de Alfonso III. Aparece donada en el Testamentum de Ordoño I (857) y en el de Alfonso III y Jimena (905). Las contradicciones de las fuentes documentales sobre el Naranco son ya conocidas. Una de las controversias existentes se encuentra en la noticia de la transformación del palacio en iglesia de la redacción Silense de la Crónica de Alfonso III, así como la atipicidad que se encuentra en la inscripción sobre la construcción del altar Ramiro I y su esposa Paterna, sin consagración, y evidentemente su relación con la renovación de la morada «consumida por su mucha antigüedad». Solucionar esta «renovación de la vetusta morada»obliga a suponer que en realidad se trata de la construcción ex novo del palacio sobre la amortización de otro anterior desconocido.


COMENTARIO AL ARTÍCULO

"Desde que Aurelio de Llano descubre la planta original en 1917 la documentación sobre la iglesia ha ido creciendo exponencialmente. Pero no será hasta el año 1989-90 cuando la intervención del Instituto Arqueológico Alemán establezca fidedignamente las trazas originales de la iglesia, confirmando que en el subsuelo de la misma no ha existido ningúna otra construcción precedente anterior al siglo IX (Se descarta, pues, de forma absoluta la existencia de restos romanos en la misma)."

SE DESCARTA DE FORMA ABSOLUTA LA EXISTENCIA DE RESTOS ROMANOS EN LA MISMA

"Asimismo el estudio metrológico de la iglesia realizado por el que esto suscribe es plenamente altomedieval."

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