domingo, 1 de mayo de 2011
NUEVO ASALTO CONTRA LA CULTURA CASTREÑA
FUENTE DIARIO DE LEÓN por Don Carlos Fidalgo
http://www.diariodeleon.es/noticias/noticia.asp?pkid=562746
"Pintado de rojo piedra a piedra. Con minuciosidad. Y sólo en la parte de la muralla reconstruida durante la década pasada después de las últimas excavaciones del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Así descubrieron el pasado domingo un tramo de seis metros del muro del castro prerromano de Borrenes, los arqueólogos de la Fundación Las Médulas que visitaban el yacimiento para preparar las labores de limpieza de la zona. Declarado Bien de Interés Cultural (BIC) e incluido dentro de los límites de protección de la declaración de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, el castro de Borrenes, que data del siglo I, forma parte del itinerario cultural que la Fundación Las Médulas puso en marcha en el año 2007 junto con el castrelín de San Juan de Paluezas y el poblado metalúrgico de Orellán.
El autor de la pintada usó un aerosol de color rojo para marcar, una a una, las piedras de la muralla reconstruida en su tramo norte, en torno a la puerta de entrada de los restos de una construcción que los astures nunca llegaron a habitar porque la llegada de los romanos desmanteló la cultura castreña. Los técnicos de la Fundación -"que ayer presentaron una denuncia ante el cuartel de la Guardia Civil de Ponferrada y que ya elaboran un informe para remitirlo al Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León-" sospechan que el responsable del «extraño» suceso es algo más que un vándalo y sabe lo suficiente de arqueología como para diferenciar las piedras originales de la muralla, que no han sufrido ningún daño, de las que se colocaron en 1999. «No es la gamberrada de un ignorante. Esto lo ha hecho alguien que sabía lo que hacía», decía ayer, al pie del muro, una de las arqueólogas que trabajan para la Fundación Las Médulas y que prefiere que su nombre no se publique para huir de todo protagonismo.
Segunda quincena de octubre . El aerosol rojo estaba seco ayer, según comprobó este periódico, y también lo estaba el domingo, cuando los arqueólogos descubrieron las marcas. Los técnicos de la Fundación Las Médulas estiman que el atentando contra el yacimiento Patrimonio de la Humanidad tuvo lugar en algún momento entre la segunda quincena de octubre y el arranque del puente de Todos los Santos. Tampoco descartan que el autor, o autores de los atentados, hayan querido transmitir algún mensaje de descontento con la restauración, pero prefieren no especular con la posibilidad de que detrás del suceso pueda haber alguna connotación esotérica. La Fundación tiene claro que no se trata de un simple vándalo porque lo habitual en casos de gamberrismo es que se hubieran ensañado con el panel informativo.
Boquetes en San Juan de Paluezas. La Fundación Las Médulas tiene intención de limpiar el aerosol para que el castro recupere el aspecto que tenía antes del atentado, aunque todavía está valorando la forma de quitar los rastros rojos sin dañar la piedra.
La Fundación también ha descartado que pueda relacionarse el suceso de la pintura roja de Borrenes con los boquetes que el pasado mes de febrero aparecieron en el castrelín de San Juan de Paluezas, elaborados para poder trabajar con un detector de metales.
El castro prerromano de Borrenes se encuentra en la falda de un colina sobre la cabecera del municipio y con vistas a San Juan de Paluezas. El castillo de Cornatel también se puede divisar girando la cabeza el este desde el panel y las antiguas minas de oro romanas quedan escondidas hacia el oeste. El castro o corona de Borrenes fue objeto de un campo de trabajo dirigido por el arqueólogo del CSIC Javier Sánchez Palencia en los veranos de 1998 y 1999. Una veintena de jóvenes participaron entonces en las tareas de recuperación que organizó el Instituto de Estudios Bercianos, también en el castrelín de San Juan de Paluezas y en los canales romanos que trasladaban el agua a Las Médulas procedentes de La Cabrera.
La Junta de Castilla y León incluyó al castro de Borrenes y a otros yacimientos del mismo itinerario dentro de la declaración de BIC en el año 2007."
COMENTARIO
La barbarie continua; la destrucción planificada de la Cultura Castreña o Atlántica continua a buen ritmo; se ha evitado de momento la destrucción de Lancia pero Borrenes ha sufrido un auténtico asalto.
Por si fuera poco en la noticia se da cuenta que puede tratarse de un profesional de la arqueologia el autor del delito.
El castro de Borrenes fue abandonado ante el avance militar romano sin que a lo que parece llegara a tener población estable; por otra parte formaba parte del interesante itinerario cultural que la fundación Las Médulas puso en marcha en el año 2007.
LA JUNTA DESCARTA QUE LA PINTADA DEL CASTRO DE BORRENES SEA OBRA DE GRAFITEROS
LA INVESTIGACIÓN DEL SEPRONA APUNTA A ALGUIEN CON CONOCIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS
http://www.diariodeleon.es/noticias/noticia.asp?pkid=564407
No fue ningún grafitero. La pintada con aerosol que ha estropeado parte de la muralla reconstruida del castro prerromano de Borrenes es obra de alguien que conoce el yacimiento del siglo I y que sabía perfectamente qué piedras manchar de rojo, según las primeras conclusiones del Servicio Territorial de Cultura de la Junta en León, que ayer remitió su informe técnico sobre el suceso a la Dirección General de Patrimonio.
La ausencia de firma -”los grafiteros siempre dejan una marca personal que distingue sus dibujos-” y el hecho de que el autor del atentado contra el yacimiento declarado Bien de Interés Cultural eligiera cuidadosamente las piedras recolocadas en 1999 sobre la muralla original, delimitadas por una pila de pizarra, han llevado a los servicios técnicos de la Junta en León a descartar que detrás del suceso se esconda una simple gamberrada. El autor de la pintada no dejó huellas y se preocupó por llevarse consigo los botes de aerosol usados. Y trabajó con minuciosidad, aunque no le dio tiempo a concluir su obra; la pintura roja que dejó afecta a un tramo de 10 metros lineales de la muralla reconstruida tras las excavaciones dirigidas hace una década por el arqueólogo del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Javier Sánchez Palencia, y que en los veranos de 1998 y 1999 reunió a una veintena de jóvenes en un taller organizado por el Instituto de Estudios Bercianos.
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil se ha hecho cargo de una investigación que ahora apunta a alguien que conoce el yacimiento y que ha querido dejar en evidencia la reconstrucción efectuada a finales del siglo. Ninguna piedra original de la muralla, que alcanza entre 30 y 40 centímetros, está afectada por el aerosol, según constantaron también los arqueólogos de la Fundación Las Médulas que descubrieron la pintura.
La reconstrucción dirigida por Sánchez Palencia sirvió para levantar el muro original hasta los dos metros, en algunos tramos, y dar así una idea al visitante de la finalidad defensiva de la muralla. El castro de Borrenes no llegó a habitarse porque la dominación romana sorprendió a los constructores del asentamiento y abandonaron su tarea.
La Dirección General de Patrimonio deberá decidir ahora la forma de restaurar la zona afectada. Las piedras pintadas, en cualquier caso, no tienen el mismo valor patrimonial que la base de la muralla y podrían volver a recolocarse.
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