jueves, 28 de enero de 2010

HOMENAJE A DON EDUARDO PERALTA LABRADOR





http://es.wikipedia.org/wiki/Eduardo_Peralta_Labrador

http://es.wikipedia.org/wiki/Eduardo_Peralta_Labrador

Sin duda don Eduardo Peralta Labrador es una figura clave en el conocimiento de los pueblos prerromanos del norte peninsular en general y de los cántabros en particular.

Su intensa actividad a pie de campo ha acabado por poner contra las cuerdas las tendenciosas afirmaciones de aquellos que pretendían minimizar la gesta de la resistencia norteña contra las armas de Roma.

Su magna obra http://dialnet.unirioja.es/servlet/extaut?codigo=54696 ha supuesto un paso de gigante y es un punto de inflexión yo diria que casi definitivo para acallar los corifeos bien cebados en los pesebres de la politiqueria.

Baste como muestra de lo que estaba en juego el jugoso comentario que aparece en la página 314 de su libro Los Cántabros antes de Roma.

"En un reciente artículo de Carmen Fernández Ochoa y de Ángel Morillo Cerdán, profesores de la Universidad Autónoma de Madrid y de la Universidad de León (Fernández y Morillo,2002a:271). Estos mismos teóricos de gabinete afirman que sobre nuestras hipótesis históricas sobre las clarísimas estructuras campamentales que hemos descubierto y excavado subsistirian considerables problemas, fundamentados, a su juicio, "en que el registro cronoestratigráfico de dichos recintos aún no se ha dado a conocer" (Fernández Ochoa y Morillo,2002b:384,n5) cosa que no es cierta porque en todos los congresos en los que hemos intervenido, en dos de los cuales estaban presentes estos autores, se han dado a conocer para quien ha querido enterarse tanto los materiales arqueológicos que nos permiten situar estos yacimientos a inicios del principado de Augusto como las incuestionables estructuras de los mismos.

En cuanto a la estatigrafia, parece desconocerse por quienes plantean semejantes objeciones, que ésta es inexistente en las estructuras campamentales en cuestión porque no se trata de ciudades ocupadas durante siglos sino que existe un solo nivel correspondiente a una ocupación temporal que casi aflora en superficie por la escasa potencia de estos yacimientos (leve cubierta vegetal, escasos centímetros de tierra y roca madre) al estar situados en cimas de montañas donde los procesos de erosión natural impiden la formación de suelos de cierta potencia".

Ya han visto queridos amigos lectores como cuando no gusta lo que se descubre siempre puede haber algún ardid para intentar desvirtuarlo pero afortunadamente han pinchado en hueso los "teóricos de gabinete" aunque a mi se me ocurren muchos mas adjetivos no tan prudentes.

Este minucioso y aplicado investigador cuya tesis doctoral "La Cantabria prerromana" logró la máxima puntuación y fue aplaudido en la Sorbona con el público puesto en pie ha recorrido palmo a palmo e incluso sobrevolado los agrestes escenarios de Cantabria y el norte palentino y burgalés y ha visitado el campamento de Curriechos en Asturias mientras los investigadores de salón y los burócratas fantaseaban o se dejaban llevar por intereses expúreos.

Hay que mover el trasero y sacarlo de los cómodos sillones hay que alejarse de la politiqueria y todo eso hoy en dia parece ser que es muy difícil por lo cual su labor encomiable es aún si cabe mas meritoria.

Tuvo que llegar Don Eduardo Peralta Labrador para que al fin se lograra avanzar en un tema que parecia condenado por la incuria y la dejadez de muchos al arbitrio de las incongruencias acientíficas mas descabelladas cuando no al ocultamiento de la historia de nuestros antepasados por siniestros maquiavelismos de índole política.

Vamos a transcribir algunos fragmentos decisivos de su libro donde se resume como ha pulverizado a tanta mediocridad que aún a dia de hoy no han acertado a responderle no ya con un trabajo similar sino tan siquiera con una somera crítica razonada.

"A raíz de nuestros trabajos arqueológicos sobre los castra aestiva de las Guerras Cántabras, en el territorio caristio-autrigón periférico a Cantabria otros investigadores han comenzado a documentar evidencias arqueológicas de este tipo. Se trata del campamento/campo de batalla de Andagoste (Cuartango,Álava), que ha suministrado diverso material militar metálico y monedas por las que ha de situarse a finales del Segundo Triunvirato o en los años inmediatamente posteriores que precedieron al Bellum Cantabricum. Se han localizado también las primeras evidencias arqueológicas del Bellum Asturicum en el enclave de El Castillu de la Carisa, en el monte Curriellos (cordal de Carraceo entre Lena y Aller, Asturias), a 1700 metros de altitud; corresponden a un campamento romano dotado de varias líneas de atrincheramientos y estructuras asociadas que han sido fortificadas a base de aggeres y fossas duplex. Este campamento de La Carisa se encuentra en un cordal montañoso bastantes similar a la línea de cumbres en la que se asientan la Espina del Gallego y Cildá al ser un paso natural de la Cordillera hacia los valles de la Asturia Transmontana".

"Augusto y la importancia de las Guerras Cántabras: como señala Luciano Pérez Vilatela frente al tratamiento despreciativo que Ronald Syme y la escuela de sus seguidores han hecho de las Guerras Cántabras, éstas fueron de enorme importancia bélica, institucional, personal y augural para Augusto y su régimen: dos consulados ejercidos en Hispania,cierre del templo de Jano, movilización de un nutrido ejército de siete u ocho legiones, una flota e igual número de auxiliares y, fundación de una colonia de enorme importancia como Emérita. No parece tener por ello mucho fundamento el discurso de quienes RECIENTEMENTE han asegurado la escasa importancia de las Guerras Cántabras o su pretendido carácter exclusivamente propagandístico e inventado, ni tampoco la supuesta incapacidad que algún autor atribuye a Roma para movilizar los efectivos que sabemos envió al norte de Hispania, o la opinión de quienes consideran que el carácter guerrero de los cántabros es un mito".

Y llegados a este punto habria que preguntarnos que motivaciones tienen quienes RECIENTEMENTE han pretendido ocultarnos los acontecimientos que tuvieron lugar en los albores del Imperio y si tendrian dichos paparazzis de la historia y de la arqueologia el mismo comportamiento en las mal llamadas comunidades históricas que son precisamente las que mas alardean y con menos fundamento.

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